sábado, 31 de marzo de 2012

En memoria de Julián Grimau


No olvidamos a nuestro camarada Julián Grimau, héroe del pueblo y luchador incansable por la clase trabajadora. Ni a todas las demás víctimas de la asesina dictadura fascista: En la madrugada del 20 de Abril de 1963, 27 descargas de fusiles (y dos tiros de gracia) acababan con la vida del dirigente comunista Julián Grimau ,condenado en Consejo de Guerra por un delito de rebelión contra el régimen Franquista.

En el Consejo de Ministros que debía ratificar la condena, celebrado apenas nueve horas antes del fusilamiento, ninguno de los asistentes votó a favor de la concesión del indulto, a pesar de que sobre la mesa estaba listo el proyecto de Ley que creaba el Tribunal de Orden Público (TOP),que excluía de la jurisdicción militar los asuntos relacionados con la disidencia política.
Julián Grimau García nacio el 18 de febrero de 1911, en el seno de una familia numerosa  y en la madrileña calle del Paseo del Rey, nº 14, . Hijo de María García Ruiz y  Enrique Grimau Mauro ( licenciado en Derecho).

Su padre ingresó en la Policía, llegando a ser comisario en Barcelona, aunque su ideario liberal le hace abandonar el cuerpo, al no estar de acuerdo con los sanguinarios métodos represivos del militar Severiaro Martínez Anido (Gobernador civil de Barcelona durante la dictadura de Primo de Rivera y Ministro de Orden Público del primer gobierno del general Francisco Franco).



Enrique Grimau pasará entonces al negocio editorial, trabajando en la Compañía Iberoamericana de Publicaciones. Ya en la II República, ocupará varios cargos políticos de segundo orden.

Julian Grimau, en su juventud militó en Izquierda Republicana. Al comenzar la Guerra Civil, participa en el asalto al Cuartel de la Montaña y en los combates contra los sublevados que tienen lugar en la sierra madrileña. Poco después ingresa en la policía, haciéndose del PCE casi al mismo tiempo.

Destinado a Barcelona.  Grimau fue acusado por los Franquistas de cometer torturas y asesinatos en una "checa" de Barcelona durante la Guerra Civil y en el ejercicio de su labor como policía también durante la contienda. Las acusaciones, además de en textos de la época franquista, aparecen en el libro " Los papeles reservados" del escritor, de trayectoria franquista, Emilio Romero Gómez, sin que haya otras fuentes que confirmen estos extremos.

En 1939 marcha a Francia, mas tarde se instalará en la República Dominicana junto a su padre, aunque regresa al país galo en 1947.

Incorporado al Comité Central del PCE en 1954, entra clandestinamente en España para reorganizar el partido, y ya desde principios de los años 60 reside en este país, compartiendo su responsabilidad con Simón Sanchéz Montero y Jorge Semprún Maura.

Grimau residirá en Madrid, en casa de unos comunistas no fichados, bajo la identidad de Emilio Fernández Gil. Según Jorge Semprún, era un militante abnegado pero muy descuidado, lo cual acaba favoreciendo su detención.

Ésta se produce en Madrid, el 7 de noviembre de 1962, tras citarse en la Plaza de Roma (hoy Plaza Manuel Becerra) con un camarada que, al parecer, le delata. Se llama Francisco Lara, y compra su libertad a cambio de la delación. Tras encontrarse con Lara, Grimau sube a un bus. Entonces, seis policías caen sobre él y le llevan a la Dirección General de Seguridad, donde sólo confiesa su nombre y su pertenencia al PCE.

Durante todo el interrogatorio policial, Grimau sufre diversas torturas, siendo golpeado repetidamente en la cabeza. Según declara después a su abogado, un policía le preguntó si quería que le pegase como un médico o como un funcionario. También es arrojado desde una ventana (seis metros de caída) quedando medio inconsciente, posiblemente porque a los torturadores se le fue la mano y, pensando que estaban a punto de matarle, decidieron similar su suicidio.

La policía, por boca del ministro de Información Manuel fraga Iribarne, declaró por el contrario que Grimau recibió un trato exquisito y que en un momento de su interrogatorio se encaramó a una silla, abrió la ventana y se arrojó por ella de forma "inexplicable" y por voluntad propia.


Las heridas y traumatismos de Grimau son serios y tardan varios meses en curarse. Atendido en el Centro Asistencial de la calle General Ricardos, en su informe consta: "Herida contusa estrellada en región frontal izquierda con hundimiento óseo y salida de masa encefálica; fracturas de ambas muñecas, con luxación interfalángica en dedo medio de la mano derecha; pérdida de conocimiento". Además, su abogado, el militante secreto del PCE Amandino Rodríguez, no puede visitarle. En el colmo del cinismo, a Grimau se le llega a abrir otro proceso por intento de suicidio, mientras que a una comisión de tres médicos franceses se le deniega el permiso para visitarle.

Grimau fue apresado en unos momentos en que la agitación social se ha reactivado considerablemente y el fantasma del comunismo reaparece por fábricas y facultades. Por ello, el franquismo decide dar un castigo ejemplar, y Grimau será su chivo expiatorio

Durante los mese previos al Consejo de Guerra que juzgará a Grimau y en las semanas posteriores a su ejecución, las autoridades se esfuerzan en convencer a la opinón pública española ( y a la comunidad internacional ) de las presuntas atrocidades cometidas por Grimau en Barcelona durante la Guerra Civil. Se le acusa de haber torturado personalmente a varios presos antes de enviarlos al paredón, castrando a uno de ellos.

Se desata en el extranjero una campaña de solidaridad con el apresado, la prensa internacional volcó su atención sobre el caso Grimau y hubo manifestaciones multitudinarias en varias capitales europeas y latinoamericanas. En algunos puertos, los estibadores se negaban a descargar los barcos españoles, y más de 800.000 telegramas llegaron a Madrid pidiendo la paralización de lo que consideraban un juicio farsa.

La presión no pareció afectar al general Franco, que en su línea habitual la atribuyó a una "conspiración masónico-izquierdista con la clase política". Y el Ministerio de Información y Turismo con Manuel Fraga al frente, inició una intensa campaña dirigida a la prensa internacional atribuyendo a Grimau los mayores crímenes con folletos como "Julián Grimau o el arte de fabricar una víctima", donde se resaltan sus presuntas actividades en la checa barcelonesa y se denuncia una campaña comunista para derribar el régimen.

Finalmente, el 18 de abril de 1963, a las 8:20 horas, se abre el Consejo de Guerra contra Julián Grimau. Lo preside Valentín Bulnes Alonso (coronel de Caballería). Como vocales actúan los capitanes Francisco Bravo Serrano, José Domínguez González y Luis Valín Gómez. El vocal ponente es el comandante Manuel Fernández Martín. La Fiscalía está representada por Enrique Amado, cuñado del secretario general del Movimiento (José Solís).

La sala del juicio está llena de periodistas españoles y extranjeros. Como el reglamento establece que en un Consejo de Guerra el acusado debe ser defendido por un militar, el abogado de Grimau (Amandino Rodríguez) es sustituído por el capitán Alejandro Rebollo Álvarez-Amandi, integrante de Acción Católica y futuro diputado por la UCD.

Quizá la figura más controvertida del proceso a Grimau sea el vocal ponente, comandante Manuel Fernández Martín, perteneciente al cuerpo jurídico militar, antiguo director de los campos de concentración franquistas en Extremadura. Ejercía su cargo desde marzo de 1937, había participado en cerca de 4000 procesos, contando en su haber con casi 1000 penas de muerte. Fernández Martín no tenía la licenciatura de Derecho (sólo había aprobado tres asiganturas del primer curso) y había ejercido su cargo alegando que su título se destruyó en la Guerra Civil. Parece ser que al principio de la contienda se hizo pasar por médico y actuó en la sanidad militar, pero le debió parecer más interesante (o menos comprometedor) el mundo del Derecho. Era sabido que, antes de juzgar a un enemigo político, leía textos sobre los crímenes republicanos para "calentarse".

A pesar del odio de Fernández Martín hacia Grimau, no encuentra ningún testigo directo de los supuestos despropósitos cometidos por el acusado, y todos los testimonios se basan en rumores o declaraciones de terceras personas ya fallecidas (o desaparecidas). Podía haber convicción moral de las atrocidades cometidas, pero no pruebas concluyentes. Fernández Martín solicita la pena capital para el acusado. Pero hay un problema jurídico: las brutalidades que se imputan a Grimau habrían sido cometidas en 1938, por lo que tras haber transcurrido 25 años ya habían prescrito, según el código de justicia militar vigente.

Para solventar este inconveniente se desempolva el viejo código de 1894, que eleva la prescripción a 30 años, y Grimau es acusado de rebelión militar continuada, lo que significa que durante la posguerra habría seguido luchando en armas contra el régimen, cosa imposible dado su prolongado exilio.

Lo único que queda probado en el juicio es que el acusado había sido jefe de la Brigada de Investigación Militar en Barcelona, y que desde hacía unos años estaba al servicio del PCE. Su abogado defensor alega que no existen denuncias ni sumarios abiertos contra Grimau al cabar la Guerra, al mismo tiempo que niega la acusación de rebelíón militar continuada. Pide la absolución de su defendido o, como mucho, tres años de prisión.

Pero la suerte de Grimau está echada de antemano. El Consejo de Ministros del día siguiente (19 de abril) delibera sobre la sentencia. Sin duda es una reunión tensa y compleja, pues dura nada menos que diez horas. Sólo Fernando María Castiella (ministro de Exteriores) viendo la repercusión que podría tener la ejecución de Girmau en el ámbito internacional, pone reparos. Si había pocas posibilidades de entrar en el Mercado Común, tras la condena a muerte éstas quedan reducidas a cero. Es posible que los tres ministros del Opus Dei (Ullastres, López Bravo y Navarro Rubio) también se mostrasen reticentes pero, no obstante, cuando Franco reclama una votación individual nadie se atreve a disentir.

Sólo queda la presión internacional. No sólo su abogado y los comunistas, sino todas las personalidades políticas de la dictadura que habían virado hacia posiciones aperturistas (como Ruiz Jiménez) tratan de influir en la medida de los posible. Son horas de febril actividad, con continuas vitias a personalidades que pudiesen influir en Franco, y conferencias al extranjero para tratar de que todos los dirigentes inundasen de peticiones de clamencia el palacio del Pardo. Más de 800000 telegramas llegan a Madrid pidiendo que Grimau no sea ajusticiado, entre ellos uno del papa Juan XXIII y otro del dirigente soviético Nikita Jruschov, lo cual supone que, por primera vez, un dirigente de la URSS se dirige personalmente a Franco, tratándole de "Excelencia".

También piden clemencia un gran número de estadistas, religiosos e intelectuales europeos, entre los que figuran J.F.Kennedy, Willy Brandt, Harold Wilson, Aldo Moro, el cardenal Montini o Jean Paul Sartre. Franco responde desabridamente a todos ellos, diciendo que los crímenes horrendos perpetrados por Grimau impiden cualquier clemencia hacia él.

Tras pasar la noche en el madrileño cuartel de Campamento junto al capitán Rebollo, Grimau escribe una carta para su esposa.).  Hacia las 6 de la madrugada del 20 de abril, fue trasladado en una furgoneta al campo de tiro del cuartel, donde debía ejecutarse el fusilamiento.

El capitán general de Madrid, García Valiño, pide un piquete de guardias civiles para el fusilamiento, pero el general de la Benemérita (Luis Zanón) se niega, no queriendo hacer el trabajo sucio del Ejército, o quizás temiendo las importantes repercusiones.

Fué el propio Franco  quien dio la orden de que los ejecutores de Grimau fueran soldados de reemplazo, y así se hizo. Jóvenes, asustados y sin experiencia de tiro. Esposado ante el paredón y alumbrado por faros de camiones, Grimau se niega a que le venden los ojos, espera con serenidad a la Muerte. Suena la descarga de 27 disparos, pero los soldados yerran el tiro, y el Grimau sólo cae herido, por lo que el teniente que mandaba el pelotón le ramata pegandole dos tiros de gracia. Según confesó años más tarde a la familia del fallecido, este acto le persiguió durante toda su vida, hasta el punto de que acabó sus días en un psiquiátrico.

Grimau se convierte en el último asesinado de la Guerra Civil. Durante las semanas siguientes prosiguen las manifestaciones y mítines antifranquistas por toda europa.

Julián Grimau fue enterrado en el cementerio civil de Madrid.


domingo, 25 de marzo de 2012

MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE COLOMBIANO


Con la Carta Política de 1886, la cual rigió al país hasta 1991, los colombianos no contaban con mecanismos de participación ciudadana en la defensa del medio ambiente.  A partir de la Nueva Constitución y su desarrollo normativo aparecen más de 15 mecanismos de participación para que la sociedad civil los utilice en la defensa de su entorno. Éstos pueden clasificarse en administrativos, judiciales y políticos.

Los mecanismos administrativos son: 1) el derecho a intervenir en procedimientos administrativos; 2) la petición de intervención; 3) la petición de información; 4) el derecho de petición; 5) la audiencia publica ambiental, 6) la consulta a las comunidades indígenas y negras y  7) la acción de policía.

Por mecanismos de participación política: 1) el cabildo abierto y 2) la consulta popular.

Dentro de los mecanismos judiciales están: 1) las acciones de tutela; 2) la de cumplimiento, 3) acción popular y de grupo; 4) acción de inconstitucionalidad; 5) acción de nulidad, y 6) acción penal.

Mecanismos administrativos de participación ciudadana en defensa del medio ambiente

Derecho a intervenir en los Procedimientos Administrativos. La Ley 99 de 1993, en su Artículo 69, permite a cualquier persona sin necesidad de demostrar interés jurídico, intervenir en las actuaciones administrativas que se adelanten ante una autoridad ambiental cuando se busque la expedición, modificación, cancelación de permisos o licencias de actividades donde se afecte o se pueda afectar el ambiente o para la imposición o revocación de sanciones por el incumplimiento de las normas y regulaciones ambientales.

Petición de Intervención.  Todo ciudadano, cuando conoce de una situación que ocasione un impacto negativo sobre el medio ambiente, puede intervenir por medio de un escrito ante la autoridad ambiental competente haciendo una descripción de los hechos que deben ser materia de investigación, solicitando se sirvan enviar al lugar de los hechos, a  profesionales expertos para que elaboren un concepto técnico.  Posteriormente, la oficina jurídica de la entidad determinará si hay lugar a sanciones, cierre de la actividad o cancelación de la licencia.  Así se concluye de lo ordenado en el Artículo 70 en conexidad con los Artículos 83  85 de la Ley 99 de 1993.

Petición de Información.  En el momento que se produzca contaminación o afectación de la salud humana, cualquier persona tiene derecho a presentar petición de información en los términos del Artículo 74 de la Ley 99 de 1993, el cual establece a la autoridad ambiental un plazo de 10 días para responder.   El mismo Artículo faculta a toda persona para invocar el derecho a ser informada sobre los montos y utilización de los recursos que estén destinados a la preservación del ambiente.  En esta forma el ciudadano puede hacer seguimiento a los recursos económicos destinados a la protección del medio ambiente.

Derecho de petición.  El Artículo 23 de la Constitución Nacional, así como el Código Contencioso Administrativo, faculta a todo ciudadano para representar peticiones respetuosas a las autoridades o a las organizaciones privadas que presten un servicio público.  Esta petición se puede hacer por motivos de interés general o particular y la respuesta debe darse en 30, 15 o 10 días, dependiendo de la clase de petición.  Este derecho está consagrado como fundamental y por tal razón, si las autoridades no responden, prosperará la acción de tutela.

Audiencia pública Ambiental.  Cuando se desarrolla o pretende desarrollar una obra o actividad que pueda causar impacto al medio ambiente o a los recursos naturales y si ésta requiere permiso o licencia ambiental, se puede solicitar, a la autoridad ambiental, una audiencia pública por parte de la Defensoría del Pueblo, Procuraduría, gobernadores, alcaldes, u otras entidades sin ánimo de lucro, con la firma de 100 personas, o de oficio, por las autoridades ambientales competentes en el proyecto respectivo (Artículo 82 de la Ley 99 de 1993).

Consulta a las comunidades indígenas y negras.  Este mecanismo de participación se origina en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 1989, firmado y ratificado por el Estado colombiano por medio de la Ley 21 de 1991.  Posteriormente, la ley 99 de 1993 y la Ley 70 del mimo año ordenan la consulta, cuando se pretenda desarrollar una obra o actividad que pueda causar impacto en el ambiente, los recursos naturales o la cultura de las comunidades indígenas o negras.

El gobierno por intermedio de la autoridad ambiental competente está en la obligación de adelantar la consulta, la cual debe desarrollarse mediante procedimientos apropiados, concertados y de buena fe.

En este sentido debe comentarse que después de un periodo de más de cuatro años donde las comunidades indígenas  y negras buscaban la reglamentación de la consulta en forma concertada con los representantes del gobierno nacional, el 13 de julio de 1998, éste lo hizo de manera unilateral por medio del Decreto 1320.

Acción de Policía.  El Código Nacional de Policía, Decreto 1355  de 1970, en su Artículo 132, faculta a los alcaldes para adelantar la  restitución de los bienes de uso público, como vías públicas urbanas o rurales o zonas para el paso de  trenes.  El alcalde debe pronunciarse por medio de una resolución de restitución que deberá cumplirse en un plazo no mayor a treinta días y contra este acto administrativo proceden los recursos de reposición y apelación.

El Artículo citado se encuentra en conexidad con los códigos de policía departamentales o distritales, por ejemplo el Acuerdo 18 de 1989 o Código de Policía de Bogotá, a partir de los Artículos 153 a 158 establece la protección de la salud y el medio ambiente para lo cual las autoridades de policía están en la obligación de prevenir y eliminar situaciones como:

La contaminación del aire y de los demás recursos naturales renovables, las alteraciones nocivas del flujo natural de las aguas, la sedimentación de los cursos y depósitos de aguas, los cambios nocivos del lecho de las aguas, la introducción y propagación de enfermedades y de plagas, la introducción, utilización y transporte de especies animales o vegetales dañinas o de productos o sustancias peligrosas, la alteración perjudicial o antiestética  de paisajes naturales, la acumulación o disposición inadecuada de residuos, basuras, desechos, desperdicios, el ruido nocivo, el uso inadecuado de sustancias peligrosas.

El Artículo 376 del mismo acuerdo determina la competencia de los alcaldes menores.  El literal e, determina: “Conocer en primera instancia de los procesos por restitución de bienes de uso público o de propiedad de entidades de derecho público”.

Mecanismos de Participación Política en la defensa del medio ambiente

La Constitución Nacional en el Artículo 103 contempla como mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato; estas formas de participación democrática de la sociedad civil fueron reglamentadas por la Ley 134 de 1994.

Sin embargo, como mecanismos políticos de participación para la defensa del medio ambiente, los ciudadanos pueden hacer uso, entre otros, de:

Cabildo Abierto.  Es la reunión pública de los concejos distritales, municipales o de las juntas administradoras locales, en la cual los habitantes pueden participar directamente con el fin de discutir asuntos de interés para la comunidad.

En cada periodo de sanciones ordinarias de los concejos municipales o distritales, o de las juntas administradoras locales un número de personas no inferior al cinco por mil del censo electoral del municipio, distrito, localidad, comuna o corregimiento, según el caso, podrán presentar ante la secretaría de la respectiva corporación la solicitud razonada para que sea discutido un asunto en Cabildo Abierto, con menos de quince días de anticipación a la fecha de iniciación del periodo de sesiones, incluso la corporación puede trasladarse a sesionar al lugar del problema; así los establecen los Artículos 81 a 89 de la ley 134 en mención.

Consulta Popular.  Es la posibilidad de que una pregunta de carácter general sobre un asunto de trascendencia nacional, departamental, municipal, distrital o local, se someta por parte del Presidente de la República, el gobernador o el alcalde, según el caso, a consideración del pueblo para que éste se pronuncie formalmente al respecto..:”, Artículo  8 Ley 134 de 1994.  Su reglamentación se encuentra en los Artículos 50 a 57 de la misma ley.


Mecanismos judiciales de participación ciudadana en defensa del medio ambiente

Acción de Tutela.  La Constitución Nacional en el Artículo 86, eleva a rango constitucional la figura que crea la tutela, siendo reglamentada por los Decretos 2591 de 1.991 y 306 de 1.992, con el fin de proteger los derechos fundamentales de los colombianos.  Este mecanismo ha sido utilizado por la sociedad civil en la protección de un medio ambiente sano, gracias a las jurisprudencias de la Corte Constitucional que en repetidas oportunidades ha dicho que prospera la acción de tutela en defensa del medio ambiente cuando se demuestre la conexidad en la vulneración de un derecho fundamental de una persona, tal como la salud o la vida.

Acción de cumplimiento.  El Artículo 87 de la Constitución Nacional establece que “toda persona podrá acudir ante la autoridad judicial para hacer efectivo el cumplimiento de una ley o un acto administrativo.  En caso de prosperar la acción, la sentencia ordenará a la autoridad recurrente el cumplimiento del deber omitido”.

La ley 99 de 1993 contempló la acción de cumplimiento ambiental en los Artículos 77 a 82, para que se diera cumplimiento a las leyes y actos administrativos ambientales.  Estos Artículos fueron derogados por la Ley 393 de 1997, que reglamentó el Artículo 87 de la Constitución.  La nueva ley consagra el procedimiento, las competencias, el requerimiento que debe hacer el juez al jefe o director de la entidad demandada para que por escrito y en un término no mayor de 10 días manifieste la forma como está cumpliendo con las leyes o actos administrativos invocados.

Acción Popular.  Esta nueva ley tiene para el país gran importancia en la defensa de los derechos e intereses colectivos y entró en vigencia a partir del 5 de agosto de 1999.

Acción de Inconstitucionalidad.  El Artículo 241 numerales 4 y 5 de la Constitución Nacional, establece que cualquier ciudadano puede interponer ante la Corte Constitucional demanda de inconstitucionalidad contra leyes o decretos con fuerza de ley, dictados por el Congreso o el Gobierno, por su contenido material o por vicios de procedimiento en su formación.

Ejemplo de ello es la acción de inconstitucionalidad interpuesta por parte de la Defensoría del Pueblo contra los Artículos 132 y 134 del Decreto 2150 de diciembre de 1995, promulgado por el gobierno nacional y por medio de los cuales el gobierno podía reglamentar qué proyectos requerían licencia ambiental.

Acción de nulidad.  El Artículo 73 de la Ley 99 de 1993 y el Artículo 84 del Decreto 01 de 1984 o Código contencioso Administrativo, determinan que toda persona podrá solicitar, por si o por  medio de representante, que se declare la acción de nulidad contra los actos administrativos mediante los cuales se expide, modifica o cancela un permiso, autorización, concesión o licencia ambiental de una actividad que afecte o pueda afectar el medio ambiente.

Acción Penal.  La Ley 491 del 13 de enero de 1999, por medio de la cual se establece el seguro ecológico, se modifica el Código Penal y se dictan otras disposiciones, presenta “el seguro ecológico” como un mecanismo que permite cubrir los perjuicios económicos cuantificables a personas determinadas como parte o como consecuencia de daños al ambiente y a los recursos naturales, y la reforma al código penal en lo relativo a delitos ambientales, buscando mejorar la operatividad de la justicia en este aspecto.

Esta nueva ley modifica el Decreto – Ley   0100 de 1980 o Código Penal colombiano en los Artículos: 189, incendios; 190, daños en obras de defensa común; 191, provocación de inundación o derrumbe y 197, tenencia, fabricación o tráfico de sustancias u objetos peligrosos.

Así mismo, crea en el nuevo Código Penal (Ley 599 de 2000) un capitulo único denominado “Delitos Contra los Recursos Naturales y el Ambiente”, que modifica los Artículos 242 a 246 del anterior catálogo de normas penales.

Los Artículos 242, sobre ilícito aprovechamiento de recursos biológico; 243 , Invasión de áreas de especial importancia ecológica, 244, Explotación o exploración ilícita minera o petrolera; 245, manejo ilícito de microorganismos, 247, contaminación ambiental, 247B, responsabilidad penal de la persona jurídica; 247C. a) Trabajo Comunitario y b) Publicación de la sentencia; 247D, Confluencia de sanciones administrativas; 247E, Circunstancia atenuante,  247F, Circunstancias agravantes; 247G, Investigación de los delitos contra los recursos naturales y el ambiente.  También deroga los Artículos 123, 205, 246 y todas aquellas disposiciones que sean contrarias.

En conclusión, en Colombia se castiga con penas de cárcel a la persona que atente contra los recursos naturales, los destruya, inutilice, haga desaparecer o los dañe; o a la que ilícitamente contamine el ambiente, explote, transporte, comercie o se beneficie de los recursos fáunicos, forestales, mineros o hidrobiológicos del país, así como por la ocupación ilícita de parques y zona de reserva forestal.

También se castiga penalmente al que inocule virus, propague bacterias o de cualquier otro modo origine, transmita o difunda enfermedad, que puedan afectar los recursos fáunicos, forestales, hidrobiológicos o agrícolas.

La denuncia se presenta ante la Fiscalía General de la Nación.  En las grandes ciudades el reparto corresponde a las Fiscalías Seccionales y regionales, las cuales conocen los atentados contra los recursos naturales y del medio ambiente.

“Son fines esenciales del Estado:... facilitar la participación de todos los ciudadanos en las decisiones que los afecten y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación..”

Constitución Política de Colombia, Artículo 2

domingo, 18 de marzo de 2012

Washington Con sus guerras perpetuas



Con sus guerras perpetuas, Washington condena a sus tropas a un infierno mental. Mientras persistan, matanzas como la de los 17 civiles en Afganistán a manos de un sargento estadounidense sorprenderán cada vez menos.


Eran las tres de la mañana del 11 de marzo pasado. La hora más fría de la noche. El soldado estadounidense, con su fusil, varios cartuchos y sus gafas de visión nocturna, salió tranquilo de su barraca. Pasó frente a un recluta afgano que montaba guardia y, sin decirle palabra alguna, salió del Campo Belambay, una pequeña base en territorio controlado por los talibanes, al sur de Afganistán. Caminó 15 minutos en la oscuridad, seguro y silencioso, atravesando los viñedos y huertos que separan su cuartel de los caseríos circundantes.
En el campamento dieron la alarma, pues un efectivo nunca puede salir solo. Contaron las tropas: una docena de Boinas Verdes -las fuerzas especiales del Ejército- , algunos soldados regulares y varios afganos. Faltaba un hombre . Un sargento de 38 años, padre de dos hijos, cuyo nombre aún no ha sido revelado. Solo llevaba cuatro meses en Afganistán, pero con 11 años de carrera militar, tres despliegues en Irak y un riguroso entrenamiento como francotirador, era un veterano de varios combates.
En las aldeas, metódicamente, empezó a forzar una a una las puertas de las casas campesinas de barro. Como si estuviera en una misión contra los talibanes, barrió los cuartos con su mira láser, escudriñó entre los humildes enseres domésticos, pateó cajas y canastos. Pero solo buscaba matar. Descargó su fusil contra mujeres, niños y ancianos a quienes despertó con tiros en la cabeza o puñaladas a través de la cobija. Eran 17 campesinos afganos y la más joven solo tenía dos años. Antes de huir, cubrió algunos cadáveres con tapetes y les prendió fuego, como si quisiera esconder lo inocultable. 
Volvió al Campo Belambay, tiró sus armas al suelo, alzó sus brazos y dijo: "Lo hice". Acababa de cometer la peor matanza de civiles en los más de 10 años que llevan las tropas estadounidenses en Afganistán. Su abogado, John Henry Browne, dijo en una conferencia de prensa que el sargento, que "tiene un historial ejemplar y es un soldado condecorado", no estaba en condiciones para ir a Afganistán y que le habían prometido que no volvería a combatir. También contó que en la víspera, el suboficial vio como le volaban una pierna a uno de sus amigos. 
La masacre acabó con la poca credibilidad de Washington en el país. El presidente Hamid Karzai pidió el retiro de las tropas occidentales, mientras los talibanes anunciaron que rompían las tímidas negociaciones que tenían con la Casa Blanca en Qatar. La tragedia llegó en un momento crítico para el presidente Barack Obama, que prometió consolidar la seguridad en Afganistán antes de salir en 2014. Es claro que en los últimos meses Washington va de desastre en desastre. Y para muchos, como el reportero Jon Lee Anderson, "los Estados Unidos ya no son una solución, sino parte del problema".
El sargento fue enviado a una base en Kuwait, donde se espera dé más detalles. Un crimen que con precipitación algunos calificaron de "locura temporal", el acto de un asesino solitario y desequilibrado.
Sin embargo, en los últimos meses los incidentes inexplicables parecen multiplicarse en Afganistán. Hace dos meses se conoció un video en el que cuatro marines orinaban sobre talibanes muertos, mientras bromeaban. Seis semanas después, el odio contagió a todo Afganistán cuando se supo que militares estadounidenses quemaron varios ejemplares del Corán. Más de 30 afganos y seis soldados de la Otán murieron en protestas. Ahora, después de diez años de guerra, cada vez más personas se preguntan si el impacto psicológico del conflicto no ha sido subestimado por Washington y la guerra se les está saliendo de las manos.
Toda las alarmas apuntan a la base Lewis-McChord, cerca de Seattle. De ahí venía el sargento que asesinó a los 17 afganos. Era también el cuartel del Kill Team, ese escuadrón famoso por asesinar a por lo menos tres civiles afganos en 2010 que guardaba dientes y dedos de sus víctimas como trofeos de cacería. De ahí también salieron el veterano de la Guerra de Irak que asesinó a un guardabosques en enero, un soldado acusado de torturar a su hijo y otro que derramó gasolina sobre su mujer y amenazó con incendiarla. 
Aunque la base tiene más de 40.000 militares, y esas situaciones se pueden repetir en otras unidades, hay preocupación por el aumento de casos en los que los soldados pierden el control. Un estudio del año pasado del Cuerpo de los marines indica que cerca de 20 por ciento de los hombres que estuvieron en Afganistán sufren problemas psicológicos por el estrés postraumático, el doble que en 2005. Otro informe indica que los suicidios en las Fuerzas Armadas han aumentado 80 por ciento en los últimos años y que desde 2001 más de 2.293 militares se han quitado la vida, mientras 6.397 la perdieron en enfrentamientos en Afganistán o Irak. Algunos médicos afirman que el aumento del estrés postraumático se explica porque menos soldados mueren. Como hay más heridos, hay más traumas.

La mentalidad de 'macho man' también es un obstáculo para detectar los casos de alto riesgo. Mientras los heridos son héroes, los que sufren traumas psicológicos temen que los señalen de frágiles. Hay además un problema financiero, pues los tratamientos psiquiátricos pueden ser mucho más costosos. Con recortes en el Pentágono por 487.000 millones de dólares para la próxima década, médicos como el doctor Newhouse están preocupados: "los recursos están muy escasos, no hay suficientes psiquiatras, psicólogos y enfermeras. Estamos enfrentando nuevos problemas, pero no hay fondos para combatirlos". 
Por eso muchos denuncian un sistema incapaz de detectar el peligro, por el que se cuelan individuos inestables, reclutados sin importar su pasado. El sargento que asesinó a los 17 afganos había sufrido en Irak un trauma craneal con contusiones cerebrales, tenía problemas maritales y varios expertos consideran que no era apto para estar en zonas de combate. El doctor Bengt Arnetz, experto en estrés postraumático de la Universidad Wayne, de Michigan, le dijo a SEMANA que "en el Ejército hay un pésimo monitoreo. Aunque el asesino hubiera mostrado signos de que algo iba a pasar, no los habrían descubierto. No tenemos buenas herramientas de vigilancia. No tenemos una mirada sistemática". 
Aunque es polémico, varias voces culpan la cultura del Ejército en Estados Unidos. Juegos de video, películas y entrenamientos cada vez más realistas condicionan a los soldados para la violencia. En su libro On Killing el teniente coronel retirado Dave Grossman escribió que "los soldados están aprendiendo a disparar instintiva e instantáneamente. Cuando matan, lo han ensayado tantas veces que se pueden autoconvencer de que en realidad no mataron a otro ser humano". 

lunes, 5 de marzo de 2012

"LO QUE OCURRA CON LA TIERRA, RECAERÁ SOBRE LOS HIJOS DE LA TIERRA. HAY UNA UNIÓN EN TODO"



El año 1854, el presidente de los Estados Unidos le hizo a una tribu indígena la propuesta de comprar gran parte de sus tierras, ofreciendo en contrapartida, la concesión de otra "reserva". La carta de respuesta del Jefe Seatle, distribuida por la ONU (programa para el medio ambiente) y más adelante publicada íntegramente, ha sido considerado, a través del tiempo, como uno de los más bellos y profundos pronunciamientos hechos sobre la defensa del medio ambiente.        

     ¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra?, esta idea nos parece extraña.
        Si no somos dueños de la frescura del aire y del brillo del agua, ¿cómo es posible comprarlos

Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva con sigo la historia del hombre piel roja.

        Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las estrellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.

        Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Washington manda decir que desea comprar nuestra tierra, pide mucho de nosotros. El Gran Jefe Blanco dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir satisfechos. El será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a considerar su oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra es sagrada para nosotros. Esta agua brillante que escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar de que ella es sagrada, y deben enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.

        Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos, y los suyos también. Por lo tanto, vosotros deberéis dar a los ríos la bondad que le dedicarían a cualquier hermano.

        Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Una porción de tierra, para el tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.

        La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.



        Yo no entiendo, nuestras costumbres son diferentes de las vuestras. Tal vez sea por que el hombre piel roja es un salvaje y no comprenda.

        No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera, o el batir las alas de un insecto. Más tal vez sea por que soy un hombre salvaje y no comprendo. El ruido parece solamente insultar los oídos.

        ¿Que resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas al rededor de un lago?. Yo soy un hombre piel roja y no comprendo. El indio prefiere el suave murmullo del viento encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los pinos.

        El aire es de mucho valor para el hombre piel roja, pues todas las cosas comparten el mismo aire -el animal, el árbol, el hombre - todos comparten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire que respira. Como una persona agonizante, es insensible al mal olor. Pero si vendemos nuestra tierra al hombre blanco, el debe recordar que el aire es valioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que mantiene. El viento que dio a nuestros abuelos su primer respiro, también recibió su último suspiro. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben mantenerla intacta y sagrada, como un lugar donde hasta el mismo hombre blanco pueda saborear el viento azucarado por las flores de los prados.

        Por lo tanto, vamos a meditar sobre vuestra oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.

        Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo como es que el caballo humeante de fierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir.

        ¿Qué es el hombre sin los animales?. Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales, en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.

        Vosotros debéis enseñar a vuestros niños que el suelo bajo sus pies son la ceniza de vuestros abuelos. Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a vuestros niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos.

        Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas la cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.

        Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; el es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.

        Incluso el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla como él, de amigo a amigo, no puede estar exento del destino común. Es posible que seamos hermanos, a pesar de todo. Veremos. De una cosa estamos seguros que el hombre blanco llegará a descubrir algún día: nuestro Dios es el mismo Dios.

        Vosotros podéis pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible, El es el Dios del hombre, y su compasión es igual para el hombre piel roja como para el hombre blanco.

        La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos.
        
Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre piel roja.

 Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos de hablar. 

 ¿Dónde están los árboles?, desaparecieron. 

¿Dónde está el águila?, Desapareció.

Es el final de la vida y el inicio de la sobrevivencia.



domingo, 4 de marzo de 2012

FARC afirman que noticias sobre atentados son creaciones de la inteligencia militar


Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aseguran que las noticias que se difunden sobre atentados y ataques a la población “son creaciones de la inteligencia militar” del pais que no superan ninguna investigación probatoria, y criticó a los medios de comunicación por difundirlas “en obediencia a su señalada tarea”.

“Recientemente brotan frecuentes noticias acerca del empleo por nuestra parte de toda clase de atentados contra la población civil (...) Semejantes barbaridades son creación de la inteligencia militar. Ninguna resistiría la más sana indagación probatoria”, expresa la guerrilla en un comunicado enviado a Marleny Orjuela, presidenta de la Asociacion Colombiana de Familiares de Miembros de la Fuerza Pública Retenidos y Liberados por Grupos Guerrilleros (Asfamipaz).

Para el grupo rebelde “el manejo mediático con el que se pervierte la realidad en nuestro país (...) ha sido puesta al servicio de la máquina asesina del régimen, haciendo parte integral de sus planes de guerra”.

“Con ella se pretende apoderarse de la conciencia de la ciudadanía, del más elemental de sus análisis”, añade el texto.

Las FARC aseguran que el Gobierno colombiano usa el dolor de las familias y el manejo de la prensa para “ azuzar aún más el odio y la guerra”, por eso alerta a los seres queridos de los que se encuentran retenidos a estar atentos, porque “los peores enemigos de la paz buscan ahora el modo de aprovecharse de ustedes”.

La guerrilla afirma que vale la pena “intentar romper ese círculo maldito y apostarle más bien a la reconciliación y la paz”.

Ratificó su compromiso de cesar las retenciones por dinero y de liberar a los que hoy en día se encuentran en cautiverio.

“Los soldados y policías que serán liberados contaron con mejor suerte que los miles y miles de desaparecidos, que las miles de víctimas de los falsos positivos”, criticó la guerrilla.

Explicó que su decisión de parar con los secuestros venía trabajándose con el líder muerto, Alfonso Cano, quien promovió poner fin definitivamente a esa práctica, resalta el texto.

Sin embargo, critica que “los mismos predicadores de la guerra salen a descalificarnos ahora con rebuscados pretextos”.



Comunicado

Señora:
Marleny Orjuela
ASFAMIPAZ, Bogotá.

Apreciada señora:
Aparte de considerarla de manera especial por su condición de mujer colombiana que trabaja por la paz, me dirijo a usted por su condición de líder del movimiento de familiares de militares y policías prisioneros de guerra, por cuya libertad ha librado durante años una incansable batalla. Sabemos que usted encarna el dolor y la esperanza de muchas familias, a quienes nos dirigimos por su intermedio, y a todas las cuales procuramos satisfacer con las liberaciones prometidas.

La acidez característica de los comentaristas de la gran prensa, muy bien pagados para denostar de nuestra lucha, repudia enfurecida, de común acuerdo con el alto gobierno, cada una de nuestras actitudes de reconciliación. Las clases privilegiadas de Colombia no sólo han hecho un credo de la guerra, sino que aspiran a que ese credo sea el único que alimente la conciencia de 46 millones de compatriotas. Nosotros, en cambio, siempre hemos pensado diferente.

Es una lástima que todos los días se esté derramando sangre de colombianos humildes en un largo enfrentamiento. No deberían morir militares ni policías. Tampoco tenían que morir los guerrilleros. Quizás fuera mejor que no existieran ni los unos ni los otros. Que no tuviéramos que hablar de prisioneros de ambos bandos. Que hubiera una democracia real en Colombia. Que no se asesinaran sindicalistas ni opositores políticos. Que no se desplazaran millones de campesinos.

Si como sentenciara alguna vez Balzac, es cierto que detrás de toda gran fortuna hay un crimen, se comprende por qué en nuestro país existe una desigualdad social tan escandalosa. Han sido tantos los muertos como gigantesca es la riqueza de la elite financiera, industrial y terrateniente. Militares y policías son adoctrinados y entrenados para defender los intereses de esa minoría selecta. La misma que se muestra insensible y soberbia cuando los ve en desgracia.

Es por eso que permanecieron tantos años en nuestras filas. Aunque no tantos como las guerrilleras y guerrilleros condenados a penas de 50 y 60 años en las tenebrosas mazmorras del Estado colombiano o de los Estados Unidos. La realidad es dura, es cierto, pero tiene dos caras. Los soldados y policías que serán liberados contaron con mejor suerte que los miles y miles de desaparecidos, que las miles de víctimas de los falsos positivos.

Que los decapitados por las motosierras, que los colombianos a quienes se abrió el vientre antes de arrojarlos a los ríos, o los que fueron lanzados a los criaderos de caimanes. Todo ello con la complicidad abierta de las fuerzas militares y de policía colombianas. Con el patrocinio de la clase política y el beneplácito de los sectores pudientes. Las marchas de aplausos organizadas por el Presidente Santos en las áreas controladas por el paramilitarismo, no reviven los dirigentes de los reclamantes de tierras que están siendo asesinados con absoluta impunidad.

Es asombroso el manejo mediático con el que se pervierte la realidad en nuestro país. Toda la parafernalia informativa ha sido puesta al servicio de la máquina asesina del régimen, haciendo parte integral de sus planes de guerra. Con ella se pretende apoderarse de la conciencia de la ciudadanía, del más elemental de sus análisis. A ustedes, cuyo dolor jamás fue sentido por las alturas del poder, es obvio que intentarán usarlos para azuzar aún más el odio y la guerra.

Para que otros militares y policías sigan muriendo, sigan siendo heridos, o sigan cayendo prisioneros. Nosotros creemos que vale la pena intentar romper ese círculo maldito y apostarle más bien a la reconciliación y la paz. Un ministro de la defensa que presume de haberse criado en los cuarteles por ser hijo de un oficial, tal vez haya ido a los saunas del Club Militar a sacarse sus guayabos, pero no tiene la menor idea de lo que significa un combate.

Eso lo sufren es los hijos, los hermanos, los padres de los humildes policías y soldados que por un sueldo miserable se juegan todos los días la vida. Cuando públicamente asumimos el compromiso de no realizar retenciones con fines financieros, culminamos un proceso interno promovido por el camarada Alfonso Cano, encaminado a poner fin definitivamente a esa práctica. Los mismos predicadores de la guerra salen a descalificarnos ahora con rebuscados pretextos.

Recientemente brotan frecuentes noticias acerca del empleo por nuestra parte de toda clase de atentados contra la población civil. Un transeúnte en el Cauca supuestamente activó un minado cuando cayó de su bicicleta justo encima de él. Un extraño campesino apareció con los labios cosidos con alambre porque se negó a activar un burro bomba por cuenta nuestra. Un supuesto minado nuestro afectó en El Tarra a los niños de una escuela.

Semejantes barbaridades son creación de la inteligencia militar. Ninguna resistiría la más sana indagación probatoria. Pero los medios las repiten cientos de veces en obediencia a su señalada tarea. Observamos que ahora se la intenta convertir a Usted en adalid de la lucha por la liberación de no sé cuántos centenares de secuestrados. Todas esas cifras son también falsas. Los precisos porcentajes que País Libre asigna a las FARC, obedecen a quizás qué elaboraciones preconcebidas.

Hasta la expresión usada en nuestro comunicado para invitarla a Usted a tomar parte en la comisión que reciba los prisioneros en la fecha acordada, es decir en la que se acuerde tras los necesarios protocolos, ha sido maliciosamente manipulada por algunos para insinuar que ya existe un previo acuerdo entre usted y nosotros sobre el asunto. Así son de miserables. Los peores enemigos de la paz buscan ahora el modo de aprovecharse de ustedes.

Y convertir en crimen cualquier intento por encontrar una salida política distinta a la rendición y entrega que presiona Santos. No hay que dejarles cumplir sus planes. Fraternalmente,

Timoleón Jiménez
Comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Montañas de Colombia, 3 de marzo de 2012.

martes, 28 de febrero de 2012

Malvinas: memoria y justicia



Por Memoria, Paz y Soberanía


La cuestión Malvinas ha desatado en las últimas semanas opiniones diversas desde diferentes lugares de pensamiento. Así fue la posición que tomó un grupo de intelectuales y periodistas que plantearon ante la sociedad una “posición alternativa”, proponiendo la autodeterminación de los habitantes de las islas Malvinas, pidiendo al Gobierno revisar el reclamo de soberanía que está consolidado como política de Estado en todo el proceso histórico que va desde 1833. Esta posición se planteó desde siempre en la comunidad internacional, y en la actualidad es respaldada por todos los países latinoamericanos que entienden que Malvinas es una causa de América latina.

Todo el arco político nacional coincide con la posición actual del PEN y así se vio reflejado en la declaración de Ushuaia con la presencia de los representantes de las comisiones de relaciones exteriores de las cámaras de Diputados y de Senadores que impulsan una resolución de Estado.

La Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, después de su licencia aparece públicamente con un nuevo paradigma sobre Malvinas, planteando el concepto de democracia y soberanía, y haciendo hincapié en la memoria, la verdad, la justicia y la defensa de la soberanía popular.

Este espacio de pensamiento, de Memoria, Paz y Soberanía constituido por ex soldados combatientes de Malvinas, en su momento, emitió su opinión al respecto sobre la intención de los llamados “intelectuales”, pero observamos que aún persisten otras líneas de pensamiento que sostienen la “sacralización de la guerra”, que se interponen a cualquier acción que permita construir un relato distinto de lo contado en cientos de libros que relatan la guerra de Malvinas con épica militar.

El lunes 27, en una nota publicada en este diario, “La batalla de los epítetos”, escrita por Ana Jaramillo, miembro del Instituto Manuel Dorrego y rectora de la Universidad Nacional de Lanús, en su nota de opinión plantea su preocupación por el debate histórico, metodológico, teórico, político e ideológico en referencia a la postura “alternativa” de los intelectuales.

Para los ex combatientes que conformamos este espacio de pensamiento por la Memoria, Paz y Soberanía, es de suma preocupación la posición esgrimida en parte de la nota por la rectora de la Universidad de Lanús, donde interpela a los argentinos con lo siguiente: “¿Qué intereses defienden quienes quieren hacer aparecer a los veteranos como víctimas de la dictadura y no como patriotas que lucharon en una guerra, y a la población en general que apoyó y apoya los derechos sobre las islas como manipulados e irreflexivos?”.

Como primera medida, la política por Memoria, Verdad y Justicia, junto a Malvinas, son políticas de Estado, nuestro país es ejemplo mundial en la lucha por los DD.HH. y eso también incluye la posibilidad de investigar, en este presente, los hechos aberrantes cometidos por oficiales y suboficiales contra los soldados en Malvinas (víctimas), como estaqueos, muertes injustificadas por hambre, torturas y vejámenes que cometieron las Fuerzas Armadas que sostenían en su ideología la doctrina de la seguridad nacional y no la de defensa nacional. En la guerra de Malvinas, si bien hubo reconocidos actos de valor y heroísmo, participaron represores que hoy están condenados o bajo proceso por violaciones a los derechos humanos.

Quizá la rectora de la UNLA, Ana Jaramillo, se encuentre incómoda con la posición que la presidenta Cristina Fernández le impone al tratamiento de la cuestión Malvinas, que entre otras acciones solicitó la desclasificación del Informe Rattenbach, y ello lo podemos ratificar porque desde esa universidad el Observatorio Malvinas, en el año 2010, publicó el libro Malvinas en la Historia. Una perspectiva suramericana.

En dicha publicación se construye la imagen de una sociedad que masivamente apoyó la recuperación de las islas Malvinas (páginas 216-217). Por tratarse de una historia político-militar del conflicto, el texto está organizado en un relato minucioso de las acciones bélicas y las negociaciones. Sin embargo, evidencia una serie de importantes inexactitudes que responden a una intencionalidad política que consideramos muy alejada de la visión de democracia y soberanía.

En el libro se expresa una línea visible desde la inmediata derrota, aquella tendiente a lavar las responsabilidades de muchos oficiales durante la guerra, y notoriamente proteger a algunos de sus cuadros, como por ejemplo, a Alfredo Astiz. Al respecto, es problemática la inclusión en dicho libro de fotos de oficiales de la Armada, y testimonios de sobrevivientes que se vinculan con los grupos de tareas de la Marina.

Esta inclusión, sin ofrecer información al respecto, es distorsiva, pues borra uno de los principales puntos de controversia que encierra Malvinas: la dictadura que la produjo, la malversación de un reclamo genuinamente popular por una dictadura ilegítima. Basta recordar que de los ocho imputados que fueron condenados en la masacre de Margarita Belén, tras 36 años de impunidad, dos de ellos son veteranos de la guerra de Malvinas.

En consonancia con la política del gobierno nacional, que pregona la memoria como herramienta de reconstrucción política, diferentes centros de ex combatientes del país son querellantes en la causa radicada en el Juzgado Federal de Río Grande Tierra del Fuego, por violaciones a los derechos humanos cometidas por los cuadros militares contra los soldados argentinos, victimas de esos militares de la dictadura.

Aquí vale acotar que el enfoque planteado en el libro, fundamentalmente, se basa en el apoyo dado al Observatorio Malvinas de la UNLA por personajes que participaron abiertamente en los levantamientos contra la democracia y forman parte del staff del Observatorio y que militan activamente en contra de la verdad de Malvinas, presentando ante la Justicia argumentos para desvirtuar las denuncias. Uno de los integrantes del Observatorio se presentó como amicus curiae en la Cámara Federal de Casación impugnando la denuncia de cientos de soldados. Otro de los que se presentaron estuvo preso por sedición en ocasión de los alzamientos de 1990.

Estos sectores se han encargado de darle a la guerra de Malvinas el carácter de “gesta patriótica”, como si el sentimiento que los argentinos tenemos con nuestras islas fuera propiedad de esa dictadura genocida que sólo la usó para salvarse.

La posición de Ana Jaramillo revela una visión parcial e intencionada de una cuestión muy compleja si es que efectivamente queremos ser coherentes con las políticas de democracia y soberanía que se promueven.

jueves, 23 de febrero de 2012

La Paz, la paloma hambrienta y las llaves del banquero


Por Azalea Robles.

Hoy vuela una paloma enferma, pasea su mirada por el mundo que se deshilacha en angustias; pedazos de su carne quedan en las esquirlas‘humanitarias’ de los cínicos; dulzura de sus plumas sepulta corazones de recién nacidos estallados de hambre. Pasea su mirada y constata mundo.

El hambre es guerra: Los huesos de los niños de las grandes capitales amanecen pegados al cemento; algunos entretejidos en racimos humanos para calentarse del viento de la indiferencia, otros apuñalados: con la retina muerta y el cuerpo saqueado. Frías las madrugadas y frías las miradas de la sociedad cuya empatía es asesinada por manipulaciones y terror; siniestramente cálido el abrazo del pegamento. Duelen las articulaciones del alma. 

La explotación es guerra: se pierden manitas infantiles en el socavón. Siniestras esmeraldas devoran retoños de vida, nauseabundas canteras depredan sonrisas, prostíbulos despellejan ternuras, mientras el banquero alcanza fortunas inusitadas. Asimetría expele gargajos entre bambalinas, antes de posar en el cinismo. 


Sobre la piedra del lavadero una niña reducida se debate entre toneladas de ropa sucia, desgajando sueños infantiles: quedan encarnadas sus uñas y su porvenir en la casa de la Doña. Barre el piso, sube el desayuno, limpia la casa, extiende la ropa, prepara el almuerzo, baña al perro, arregla la cocina, pule los muebles, prepara café, escapa del señorito, plancha la ropa, recoge a los niños en la parada del autobús, prepara la comida, ordena juguetes, termina de doblar la ropa, se cae del cansancio, sirve la comida, recoge la ropa sucia, ordena la sala, lava los platos, se cae del cansancio, escapa del señorito, lleva una bandeja, corre por la casa, sube y baja escaleras… ya son las 24h00 y sus 13 años no dan más, en unas 5 horas estará nuevamente preparando el desayuno. 

La paloma de la paz ya no quiere cargar una rama de olivo de fibra sintética; necesita cargar un pan, un lápiz, un libro, una guitarra. 

Por elevar sus reivindicaciones, a la paloma de la paz la sindican de rebelde, la encarcelan y la tachan de ‘terrorista’. 

I. La paz desposeída y desaparecida 

La paz desposeída [1] , explotada y desnutrida alzó su voz reclamando tierra, comida y justicia: no la volvieron a ver. Dicen que detrás del batallón en que la encarcelaron hay una fosa común. Común porque las voces de dignidad son allí sepultadas en masa [2] . Así cumplen los militares: a rajatabla obedecen a los instructores de la voz de caucho y la mirada de acero. En la plaza pública hoy alza la bandera un cabo condecorado con lamentos humanos, bajo un sol avergonzado. 

II. La paz violada, desplazada 

La paz violada alzó su voz en la hacienda del latifundista; luego los hombres del capitán la visitaron de nuevo, esta vez quebraron la infancia de su hermana menor y ardieron los gritos de su padre en la hoguera de la impotencia. La vida decidió escaparse del cuerpo más infantil. Con 12 años y preñada de abuso, cogió su camino la paz humillada, junto a ella su madre rota, y una abuela naufragada. La luna alumbra la montaña: miles de ojos ven desde la espesura a otra familia campesina arrastrar sus pasos, caminar huellas de terror y súplicas hacia la ciudad. 

La paz desplazada se asentó entre cloacas, exiliada de campo y cantares de río, salió a buscar el sustento entre reciclajes de plásticos y allanamientos de su cuerpo. 

Mientras tanto se ensancha la propiedad de la multinacional; electrifican algunos predios recién ‘adquiridos’: la llave del sistema de rejas y descargas la gestionarán los mercenarios con voz de caucho. Don Mario, el Patrón paramilitar de la región, es recompensado con varias hectáreas y la impunidad para su caprichos: le gusta ‘desflorar’ -como dice-, a niñas cada vez más jóvenes [3] . 

III. La paz explotada y los sicarios de los saqueadores 

La paz explotada reclamó contra la multinacional que se lleva el oro negro y deja la muerte empotrada en los flancos de la tierra y en el magro jornal del trabajador. En estas semanas acostumbraba a seguirla un policía agitando una sonrisa cínica. Hoy al llegar a su casa, acompañada de su esposo, los acribillaron de siete tiros en el umbral de la puerta: cinco hijos menores gritaron hasta hacer temblar la tierra [4] . 

Los sicarios desaparecieron en la noche, sacudiéndose esos gritos infantiles del hombro, como quién se sacude la caspa, y rápidamente dieron elparte de guerra: asesinados por la espalda dos civiles que habían cometido el crimen de no callarse ante lo injusto. Los saqueadores recibieron la noticia con satisfacción. La fuerza pública inició la “investigación” del crimen celebrando con los sicarios en un garito, entre cervezas y chistes. 

IV. La sonrisa más agria 

Vibra la sangre en el cemento, como laguna que suspira las despedidas más terribles: aquellas que dejan el terror grabado en el futuro. Arden las venas de los vivos. 

Vibra la sangre en los valles, en las parcelas humildes del campesino torturado [5] . Regimientos del ejército cuentan sus hazañas en la larga vergüenza de su uniforme. Niños violados y enterrados en fosas esperan todavía justicia [6] . Pero ante los tribunales sonríen los militares: la impunidad para ellos es absoluta. La jueza incorruptible fue asesinada por no entender “cómo funciona esto” [7] . 
Los niños de Arauca son mancillados dos veces. 

Llora la tierra de aspersiones venenosas, de Planes Colombia y de los gritos de sus hijos. Se esparcen lamentos entre las montañas. 

Desgarran el cielo las aves de metal que cargan en su seno la muerte más fiera. Llevan apodos tales como ‘Fantasmas’, ‘Tucanos’, ‘Kfir’, ‘B52’, ‘Black hawk’,… y todas les letras del alfabeto conjugadas en la mayor infamia de la humanidad: el comercio de la muerte. Las lágrimas del pueblo son las llaves de la sonrisa más agria: la sonrisa del mercader de armas. 

V. La paz ocupada 

La paz ocupada reclamó contra las bases militares de los hombres de la voz de caucho, cuya mirada afilada se posa en niñas al amparo de la impunidad otorgada desde la presidencia [8] . La paz ocupada volvió a su casa al anochecer, tras una de esas jornadas largas de estudios y trabajo; desde la esquina vio arder su pasado en un allanamiento que presenció arropada por la oscuridad y el sigilo. Besó a su madre, posando sólo sus labios en la respiración de la callejuela, sin poder acercarse siquiera a esa mejilla cálida, a esa dulzura materna que ya no volvería a ver. Decidió sobrevivir y caminó por las hojas de helechos y orquídeas, adentrándose en un lugar en el que espera no le quitarán tan fácilmente la vida y los sueños. 

VI. La paz en infancia perdida y el banquero 

La paz infantil acompañó a su padre a la reunión de los mineros artesanales: la preocupación por la llegada de la multinacional es el principal asunto en la región. Los ‘Misters’ aducen que tienen títulos de propiedad; pero lo que más preocupa es que manejan la motosierra del paramilitar. El Negro Jairo, arrugado como un acordeón, se acuerda de tiempos remotos en que él ya amaba a esta tierra… otro desplazamiento, a su edad, no lo va a aceptar: resistirá para impedir la llegada de las retroexcavadoras. La paz infantil abre unos ojos como platos ante los relatos que alertan sobre las masacres ocurridas en comunidades aledañas: los lingotes previstos para la banca de Londres ya están cotizados, y al parecer ese oro ya lleva incrustado un exterminio premeditado. 

De repente se agotan los segundos, se rompe el paisaje, y todo va muy rápido: cae sobre los humanos la orden codiciosa emitida desde el terciopelo de alguna oficina en el hemisferio norte. La paz infantil se esconde en un recoveco de tierra. El capitán del ejército y los paramilitares hacen sonar las motosierras [9] : gritos, aullidos y súplicas tiñen la vida de manera indeleble. Cortados los humanos como pronto será cortada la montaña; pulverizados sus sueños como pronto será ultrajada la cordillera, dinamitados sus paisajes, removida de la existencia. 

Son siglos hasta que se van. La paz infantil deja pasar unas horas y sale de su escondite: pedazos humanos y gemidos ya leves sobresalen entre los buitres. No encuentra a su padre. Los humanos fueron desmembrados, sus cabezas casi todas lanzadas al río. La paz infantil siente que hoy muere su infancia. 

El banquero al mismo instante ya manosea en bolsa los efectos de la adquisición: hoy irá a admirar el destello solar de los lingotes presos en su banco, en la noche criminal de sus negocios. Se apresta a tan emocionante visita –en solitario-; saca sus llaves multiformes y secretas, más secretas aún que la manera en que obtiene su riqueza. Los lingotes de oro aparecen como pequeños ataúdes dorados. 

VII. La paz exiliada 

La paz se exilia tras el asesinato de sus compañeros, de sus familiares. Antes del exterminio de su partido, los descalzos de la tierra la habían elegido [10] . Hubo un instante de esperanza en el sistema de urnas; pero rápidamente las fieras del poder eliminaron la posibilidad de cambio. La paz exiliada siente lacerantes punzadas de hielo en los inviernos nórdicos y en los abismos del desarraigo. Nostalgias anudan su pecho, canciones y sabores pueblan su mirada perdida. La biometría de su alma presenta, ante los mostradores del control de identidad, la lágrima de los que sufren ver a su pueblo humillado en eternas masacres y saqueos. Pero no se resigna a este exilio, y sigue trabajando por su pueblo. La paz periodista construye dignidad a miles de kilómetros de distancia física, y a escasos milímetros en distancia empática de su terruño natal. Deviene un humano universal, con cariño fiel a sus primeros años. 

VIII. La paz entregada a sus verdugos 

Viaja despreocupada la paz exiliada y periodista a un país hermano, lleva una camisa roja, porque en el país hermano pregonan la justicia social; pero a su arribo sufre la traición desmedida. Es apresada la paz periodista, no hay ley ni convenio que sea respetado, no hay ética ni coherencia que frene lo atroz: es entregada a sus verdugos [11] . La paz periodista apenas alcanza a entender que sus hermanos la entregan a sus torturadores: mil preguntas cavan la fosa más honda de su alma. Este es un funeral muy triste. 

IX. El Plan Cóndor sepultando hermanos 

Tras huir para salvar su vida, tras vivir décadas en los helados parajes del exilio; hoy la paz periodista entierra la confianza. Bolívar se siente utilizado, incómodo en iconografías que son parapeto a convenios comerciales y militares con los Santanderes más carniceros. Los verdugos ríen como hienas sobre el cadáver de la confianza y alzan triunfantes su llave desmovilizadora: “el hombre es un lobo para el hombre”. Mientras trasladan a la paz periodista en esos vuelos sórdidos que llevan los trofeos de cacería humana al aparato de moler vidas, en la calle solidaria alzan su voz algunos ciudadanos de la dignidad humana; pero los medios mienten, y son muchos los que callan. Miles de justificadores de lo injustificable hilvanan mentiras con agujas de ceguera. Muchos de los que parecían hermanos, que dicen enarbolar la defensa de la vida, de la humanidad, de la solidaridad, hoy se esmeran en ahogar los gritos solidarios, en obviar los mínimos tratados humanitarios, en pisotear el derecho de asilo y en apedrear la ética con acusaciones inquisidoras: curiosa y terrible locura, incoherencia que arde. Las llaves de la esperanza parecen derretirse. 

Luego es apresado un cantor enfermo, un artista que subió a las montañas tras sufrir persecución, y que hoy ya viejo busca asilo en el país hermano [12] . Hilos muy finos sostienen aún la esperanza. Pero lo encarcelan ilegalmente y le otorgan el privilegio al régimen persecutor de que viole los plazos legales una y otra vez… tiembla la pobre esperanza. Los poetas alzan sus voces de protesta recordando a Víctor Jara; pero las hordas de persecutores se quieren llevar al poeta a sus cárceles-tortura. El Plan Cóndor de los hombres de la voz de caucho quiere envolver en infamias a unos y otros. La dignidad tiene una oportunidad para hacer oír su voz contra complicidades abyectas. 

X. La Paz estudiante 

La paz estudiante camina protestas y construcciones colectivas: quiere un país con una educación que enseñe a la gente a pensarse para la soberanía, no para la sumisión [13] . Quiere que la educación sea accesible a todos, y no sólo a una minoría privilegiada. Quiere estudiar la historia de su pueblo, la realidad del campesino, y se atreve a investigar. Es encarcelada bajo los cargos de ‘rebelión y terrorismo’. Las llaves austeras y agresivas se agitan a su llegada en las manos de los carceleros: adiestrados en la frustración y la inhumanidad. 

XI. Alas arrancadas 

Entre rejas percibe que son miles y miles las alas de libertad truncadas: sueños enjaulados, familias destruidas, comunidades apaleadas. Oye a lo lejo ruidos de huesos rotos: alas arrancadas y arrojadas a un despeñadero que pretende ser de olvido. Pero no lo será. 

La paz es torturada: sus gritos aislados, su dignidad golpeada y martillada, su manos de acariciar deformadas, arrancadas sus uñas, orinada su osadía: pero no se doblega y crece. La paz es sacada del calabozo amoratada, le niegan asistencia médica. Sangra por la boca, pierde la visión, se entumecen sus miembros. Los demás presos reclaman que le sea brindada asistencia médica, les contestan con palizas y gases [14] . Al cabo de una semana sin recibir curación muere el cuerpo de la paz torturada; pero le sobrevive su sueño, en todo un pueblo. 

XII. Paloma soñando 

El sueño sigue vivo y va volando como una paloma rebelde, como un colibrí regando polen de ideas, ternura persistente. 

La paloma de la paz sigue viva; estupefacta mira la representación del mundo que sale de la pantalla televisiva: ahí descubre que crearon robots a su imagen y semejanza. Ella ve a sus clones desfilar en las pantallas de inocular realidad virtual: unas palomas gordas con movimientos mecánicos, cuya función consiste en hacerle creer al mundo que la paz no es reivindicación, ‘que para nada, que eso está reñido’. Se les ve la pluma mecánica a esas falsas palomas: aparece una llave que sirve para darles cuerda. Son robots bastante vulgares; pero los medios hacen bien su trabajo de adormilar a la gente. 

Los mecanismos de alienación masiva se articulan en el engranaje de mentiras y terror para paralizar al pensamiento crítico. La empatía es declarada objetivo militar. Los medios degradan la condición humana para legitimar el exterminio: el opositor es descalificado y hasta su despojo mortal es humillado en una orgía de muerte. Las pantallas exhiben cadáveres en bolsas negras, políticos de turno salen posando con manos cortadas: vanagloriándose de instalar en el país un mecanismo de delación y tarifas a la vida. La atrocidad llega hasta tal punto que los militares ‘producen’ cadáveres para mediatizarlos: es decir asesinan a niños y jóvenes civiles para disfrazar sus cadáveres de ‘guerrilleros abatidos en combate’ [15] . No hay ningún escrúpulo a la hora de implementar la guerra sucia, la guerra sicológica contra la sociedad en su conjunto, el terror que busca disuadir. 

La ética es encerrada con llave mil pies bajo tierra, y la llave de ese calabozo la guarda algún Mister; porque esa, es una llave mayor. 

- ¡Qué impostores! - piensa la paloma indignada. Va cavilando sin parar la manera de unir resistencias, de resolver la guerra del hambre, de la injusticia, de las aceras atiborradas de sueños muertos. La llave de la guerra es la misma que abre la caja fuerte del banquero, de la multinacional, del oligarca: y esos mismos hombres caja-fuerte quieren hacernos creer que sus 'llaves' son las de la paz. 

Sin dignidad y justicia social se atrofian las alas de la paz; por ello la paloma decide dejar la mansedumbre. Son millones ya las palomas decididas a luchar por dignidad, millones que rechazan la impostura de la paz arrodillada. 

La paz es respeto por el pueblo, no cosmética de oligarcas. 

Notas: 

El precedente texto está inspirado en hechos reales que aquejan al pueblo colombiano. Los capítulos tienen su inspiración en el terror generalizado, y varios de ellos nacieron como homenaje a hechos concretos. Por ello las fuentes remiten a hechos concretos y también aparecen como sustento documental para ampliar cada tema.