Autor: El Salmon...
Teniendo claro que la comunicación debe enfocarse desde la cosmovisión de nuestros pueblos, avanzó el segundo día de la Cumbre Continental de Comunicación Indígena del ABYA YALA con el primer momento denominado Comunicación, Identidad y Cultura, desde la María Piendamó, Cauca, lugar constituido como sitio de debate, convivencia, diálogo y negociación de los pueblos indígenas desde 1999.
Con un acto simbólico de armonización los Guardias Indìgenas -Kiwe Tenzas- en Nasayuwe, danzaron al ritmo del Himno de la Guardia alrededor del fuego, el agua, las flores, las frutas y los productos extraídos de la Madre Tierra. Todo esto con el fin de solicitar permiso a los espíritus de la Naturaleza para que permitan continuar y culminar el evento de la mejor manera.
En este ritual el The´Wala refrescó a los gobernadores, a la guardia, a los comunicadores y demás asistentes al evento, paralelamente, se dio la custodia del abuelo fuego a la guardia. Fuego que permanecerá encendido como símbolo de fortaleza espiritual para el fluido de las restantes jornadas, el cual no se apagará hasta el final.
Seguido esto, comenzó la actividad programada con las ponencias alrededor de la Comunicación, identidad y cultura. Los ponentes de esta primera mesa fueron:
Joaquín Viluche Chocué, representate del pueblo Nasa, Cauca, Colombia. Nos comunica en su presentación el fortalecimiento de los diálogos con la naturaleza y nos platea que la comunicación no es sólo entre personas, sino también con los espíritus; naturaleza de la cual deberíamos escuchar y re aprender el sentir de sus expresiones, ya que esta nos da consejos. Este sabedor Nasa plantea que en la actualidad sólo utilizamos siete sentidos de los 13 que antiguamente los pueblos indígenas poseían.
También relata que para el pueblo Nasa la luna representa a la mujer, da consejos de día y de noche, ésta tiene ocho orientaciones que enseñan cuando sembrar, cosechar, clasificar la semilla y en el momento del nacimiento (luna nueva), descansar. Más no en el fin de semana como lo es en el calendario impuesto por occidente.
El sol para el pueblo Nasa también comunica, da a entender los diferentes colores que se tiñe la tierra, el sol con viento da azul transparente que representa una mujer atenta, sincera. En época de siembra el sol se viste de zapote y en la época de cosecha de maíz es verde oscuro; cuando está triste o enfermo se torna gris, negro, café y ceniza. Finalmente su propuesta para la cumbre del Abya Yala es: “reiniciar el caminar con el cosmos”.
Marta Orozco, lidereza Aymara, representante del Collasuyu. Esta mujer de estatura baja, de mirada profunda y de cabellera larga, nos plantea la idea del Ayllu, el cual nos referencia un sistema de organización y de comunicación, como parte de una estrategia del momento. Ella nos comparte que “la información es como el viento” y que somos la síntesis del macrocosmos.
Plantea que hay tradiciones que reevaluar y que los comunicadores son mensajeros que se deben liberar, cambiar y ser constantes en la cotidianidad. Manuel Jesús Pechené, indìgena del pueblo Misak, Cauca, manifiesta que “este es el gran momento, pues nosotros como pueblos indígenas también somos racionales, intelectuales, debemos aprender mucho e intercambiar ideas con los pueblos y naciones hermanas para fortalecer la cultura”. Propone que se debe fortalecer arduamente la educación, la salud y la comunicación desde lo propio.
Denis Ramos Huanca, líder Aymara, Collasuyu, Bolivia, expresa “que la comunicación de los pueblos indígenas debe cimentarse sobre la base de la cosmovisión y la cosmogonía. Que la comunicación de nosotros como continente no sólo debe ser con la mente y el cuerpo, sino también con el espíritu, la energía y el fuego del corazón. Que al comunicarnos debemos ver mas allá de este mundo material, pues si no conocemos el cosmos; ¿cómo conocemos nuestra realidad y cómo la comunicamos?”.
Jaime Martínez Luna, líder comunicador del pueblo Zapoteca, Guadalajara, México, comenta que “el mundo vive dos tiempos: el individualista y el comunitario. El desmadre del tercer mundo que estamos viviendo: el mercado y lo urbano se apropia de la sensibilidad del hombre, porque en las ciudades solo se piensa en gente por la alta cantidad que conviven allí. Mientras los pueblos indígenas practican la “naturolatría ”, y el mercado va en contra de esta y del intercambio como idea de nuestra cosmovisión.
Además piensa que “la oralidad y la imagen han sido el lenguaje de nuestros pueblos ancestrales, que se había resumido por el Abya Yala en la pictografía. Mientras que en la actualidad nuestros lenguajes propios se narran en la lecto-escritura impuesta”. Es por eso que hay que “reconocernos como orales, como comunicólogos”, sistematizar información para darla a conocer a la gente pero hay que ser celosos, sobre todo con las imágenes.
¿Cumbre? Es algo alto que está en la cima y si estamos acá es porque tenemos un nivel de conciencia filosófico muy grande. Es allí que se debe generar “un discurso posible, un discurso universal”, pero debemos ser “corajudos, necios pero regañarnos todos los días”.
Túpac Enrique del Pueblo Azteca, lengua Náhuatl. “Nosotros no somos seguidores de los siglos, sino leedores del cielo. Venimos en representación del espíritu del águila del norte”. Invita también a trabajar como puentes, como instrumentos de comunicación, y comunicarse con el espíritu y los sueños. Se debe realizar una interacción entre mente, cuerpo, sentir y sonido.
Los gobiernos nos dan la posibilidad de comunicarnos pero falta dinero para capacitarse en lo tecnológico. Por esto hay que adoptar la tecnología no como objeto sino como sujeto-objeto al servicio de nosotros, para investigarnos y organizarnos y no temerle a la tecnología. Túpac nos convoca a que “entremos al Abya Yala en un cantar y abrir la puerta de la liberación, porque el espíritu está enraizado en la memoria”.
Con un acto simbólico de armonización los Guardias Indìgenas -Kiwe Tenzas- en Nasayuwe, danzaron al ritmo del Himno de la Guardia alrededor del fuego, el agua, las flores, las frutas y los productos extraídos de la Madre Tierra. Todo esto con el fin de solicitar permiso a los espíritus de la Naturaleza para que permitan continuar y culminar el evento de la mejor manera.
En este ritual el The´Wala refrescó a los gobernadores, a la guardia, a los comunicadores y demás asistentes al evento, paralelamente, se dio la custodia del abuelo fuego a la guardia. Fuego que permanecerá encendido como símbolo de fortaleza espiritual para el fluido de las restantes jornadas, el cual no se apagará hasta el final.
Seguido esto, comenzó la actividad programada con las ponencias alrededor de la Comunicación, identidad y cultura. Los ponentes de esta primera mesa fueron:
Joaquín Viluche Chocué, representate del pueblo Nasa, Cauca, Colombia. Nos comunica en su presentación el fortalecimiento de los diálogos con la naturaleza y nos platea que la comunicación no es sólo entre personas, sino también con los espíritus; naturaleza de la cual deberíamos escuchar y re aprender el sentir de sus expresiones, ya que esta nos da consejos. Este sabedor Nasa plantea que en la actualidad sólo utilizamos siete sentidos de los 13 que antiguamente los pueblos indígenas poseían.
También relata que para el pueblo Nasa la luna representa a la mujer, da consejos de día y de noche, ésta tiene ocho orientaciones que enseñan cuando sembrar, cosechar, clasificar la semilla y en el momento del nacimiento (luna nueva), descansar. Más no en el fin de semana como lo es en el calendario impuesto por occidente.
El sol para el pueblo Nasa también comunica, da a entender los diferentes colores que se tiñe la tierra, el sol con viento da azul transparente que representa una mujer atenta, sincera. En época de siembra el sol se viste de zapote y en la época de cosecha de maíz es verde oscuro; cuando está triste o enfermo se torna gris, negro, café y ceniza. Finalmente su propuesta para la cumbre del Abya Yala es: “reiniciar el caminar con el cosmos”.
Marta Orozco, lidereza Aymara, representante del Collasuyu. Esta mujer de estatura baja, de mirada profunda y de cabellera larga, nos plantea la idea del Ayllu, el cual nos referencia un sistema de organización y de comunicación, como parte de una estrategia del momento. Ella nos comparte que “la información es como el viento” y que somos la síntesis del macrocosmos.
Plantea que hay tradiciones que reevaluar y que los comunicadores son mensajeros que se deben liberar, cambiar y ser constantes en la cotidianidad. Manuel Jesús Pechené, indìgena del pueblo Misak, Cauca, manifiesta que “este es el gran momento, pues nosotros como pueblos indígenas también somos racionales, intelectuales, debemos aprender mucho e intercambiar ideas con los pueblos y naciones hermanas para fortalecer la cultura”. Propone que se debe fortalecer arduamente la educación, la salud y la comunicación desde lo propio.
Denis Ramos Huanca, líder Aymara, Collasuyu, Bolivia, expresa “que la comunicación de los pueblos indígenas debe cimentarse sobre la base de la cosmovisión y la cosmogonía. Que la comunicación de nosotros como continente no sólo debe ser con la mente y el cuerpo, sino también con el espíritu, la energía y el fuego del corazón. Que al comunicarnos debemos ver mas allá de este mundo material, pues si no conocemos el cosmos; ¿cómo conocemos nuestra realidad y cómo la comunicamos?”.
Jaime Martínez Luna, líder comunicador del pueblo Zapoteca, Guadalajara, México, comenta que “el mundo vive dos tiempos: el individualista y el comunitario. El desmadre del tercer mundo que estamos viviendo: el mercado y lo urbano se apropia de la sensibilidad del hombre, porque en las ciudades solo se piensa en gente por la alta cantidad que conviven allí. Mientras los pueblos indígenas practican la “naturolatría ”, y el mercado va en contra de esta y del intercambio como idea de nuestra cosmovisión.
Además piensa que “la oralidad y la imagen han sido el lenguaje de nuestros pueblos ancestrales, que se había resumido por el Abya Yala en la pictografía. Mientras que en la actualidad nuestros lenguajes propios se narran en la lecto-escritura impuesta”. Es por eso que hay que “reconocernos como orales, como comunicólogos”, sistematizar información para darla a conocer a la gente pero hay que ser celosos, sobre todo con las imágenes.
¿Cumbre? Es algo alto que está en la cima y si estamos acá es porque tenemos un nivel de conciencia filosófico muy grande. Es allí que se debe generar “un discurso posible, un discurso universal”, pero debemos ser “corajudos, necios pero regañarnos todos los días”.
Túpac Enrique del Pueblo Azteca, lengua Náhuatl. “Nosotros no somos seguidores de los siglos, sino leedores del cielo. Venimos en representación del espíritu del águila del norte”. Invita también a trabajar como puentes, como instrumentos de comunicación, y comunicarse con el espíritu y los sueños. Se debe realizar una interacción entre mente, cuerpo, sentir y sonido.
Los gobiernos nos dan la posibilidad de comunicarnos pero falta dinero para capacitarse en lo tecnológico. Por esto hay que adoptar la tecnología no como objeto sino como sujeto-objeto al servicio de nosotros, para investigarnos y organizarnos y no temerle a la tecnología. Túpac nos convoca a que “entremos al Abya Yala en un cantar y abrir la puerta de la liberación, porque el espíritu está enraizado en la memoria”.
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