Nuevamente, el canciller israelí, el ciudadano ucraniano Avigdor Lieberman, ha insistido en su política conocida como “Transfer”, es decir la transferencia o expulsión del remanente de palestinos que hoy aún viven en los límites de Israel de 1948.
En estas nuevas declaraciones (19 de Septiembre de 2010), Lieberman insistió en que las conversaciones de paz, se debe incluir la transferencia de los palestinos hacia el supuesto futuro estado palestino.
A su vez, reiteró que Israel no congelará la construcción de asentamientos ilegales en territorios palestinos.
Hace unos 20 años, se iniciaron las llamadas conversaciones de paz entre israelíes y palestinos, desde entonces, Israel ha llevado a cabo una serie de exigencias y condiciones. Se exigió a la parte palestina “condenar” el terrorismo, lo cual Arafat tuvo que aceptar, como si el terrorismo fuera obra de las víctimas y los victimarios que han cometido centenares de masacres, no son mencionados y no hacen ningún gesto.
Después apareció una nueva exigencia: reconocer el estado de Israel, que nuevamente, Arafat tuvo que aceptar y reconocer, sin definir, qué estado estaría reconociendo, el del Nilo al Éufrates, o el estado de Israel definido por la resolución 181 de la ONU, o el estado de las fronteras de 1967, o el estado “Ameba”, que modifica sus fronteras dependiendo de las circunstancias, etc. En contraparte, Israel no reconoció ningún estado palestino. Aceptada la exigencia israelí, aparecieron muchas otras exigencias unilaterales… Ahora y recientemente, surgió una nueva reclamación: el reconocimiento por parte de los palestinos de que Israel es el estado del “pueblo” judío, lo que significa que los palestinos, cristianos o musulmanes, estarán expuestos a ser expulsados de sus hogares por no ser judíos. Esta situación ha sido ratificada públicamente en muchas oportunidades, como las recientes declaraciones del canciller israelí que paradójicamente, es ciudadano (y convicto) ucraniano recientemente llegado a Israel, vive en un asentamiento ilegal en Cisjordania y aboga por la expulsión de aquellos que llevan miles de años viviendo en Palestina.
Esta nueva exigencia israelí, de incluir la transferencia de palestinos en las recientes conversaciones de paz, se suma a las anteriores, y si estas pretensiones son aceptadas por los palestinos, aparecerán nuevas exigencias y si son rechazadas, los palestinos serán calificados como los que no quieren la paz.
Lamentablemente, la Autoridad Palestina que lleva a cabo estas negociaciones, depende económicamente de Estados Unidos y de la protección de Israel, (diario israelí Haaretz, 28 de agosto de 2009), y por ende se encuentra obligada a concurrir a una mesa de negociaciones diseñada y moderada por los norteamericanos, aliados estratégicos e incondicionales de los israelíes, y cuando la Unión Europea solicitó estar presentes en dichas conversaciones de paz, Israel rechazó y descartó esta posibilidad.
Lamentablemente, este esquema de paz, hecho a medida, conveniencia y comodidad de Israel, nunca traerá la paz. Hace 20 años que se encuentran negociando esta supuesta paz, donde durante este periodo, se han quintuplicado los asentamientos y colonos ilegales en suelo palestino, donde Israel ha construido un muro absolutamente ilegal DENTRO de tierras palestinas, donde miles de palestinos han sido asesinados y decenas de miles detenidos o encarceladas, toda la infraestructura palestina ha sido bombardeada y destruida, sin que se hayan salvado, colegios, jardines infantiles, hospitales, medios de comunicación, recintos deportivos, viviendas, etc.
Durante la última ronda de negociaciones entre Abbas y Netanyahu, mientras se encontraban en Sharm El Sheikh, hablando de la “paz”, aviones israelíes bombardeaban Gaza matando a tres campesinos palestinos y militares israelíes, allanaban Cisjordania secuestrando de sus hogares a ocho civiles.
El canciller israelí, es la cara más real, verdadera y representativa de la política israelí, sus declaraciones de bombardear Gaza con armas nucleares (Diciembre de 2008) y los reiterados discursos y llamados de expulsar palestinos, de continuar con la construcción de asentamientos dentro de territorios palestinos, de asesinar a los líderes palestinos y sus afirmaciones de que nunca habrá paz, (6 de septiembre de 2010), etc., corresponden al verdadero y auténtico sentir y pensamiento del gobierno ultra derechista de Israel.
Dentro de este escenario y con esta contraparte, ¿ es posible lograr una paz justa y duradera, basada en la legalidad y el derecho?.
Para lograr la paz, primero hay que creer en la paz y a su vez, tener garantes ecuánimes e imparciales que encaminen correctamente los acuerdos, y obligan a cumplir con lo acordado, hechos que claramente nunca se han dado y en estas últimas conversaciones tampoco se visualizan.
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