Al menos 22 combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) murieron este domingo, 19 de septiembre, durante un bombardeo del Ejército colombiano en un municipio cercano a la frontera con Ecuador, una semana después del anuncio presidencial sobre un relanzamiento de la ofensiva militar contra la insurgencia.
El ministro de Defensa de ese país, Rodrigo Rivera, informó que los insurgentes muertos pertenecían al frente 48 de esa guerrilla, y que en la operación participaron policías, soldados, y aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC).
De acuerdo con el titular, la operación está aún en desarrollo y anunció que se dirigirá al lugar para consolidar los resultados del ataque.
"La operación está aún en desarrollo, su puesto de mando ha estado aquí en Bogotá, en este momento vamos a trasladarnos en compañía del (director de la Policía) general Óscar Naranjo a la zona para dirigir personalmente allí el proceso de consolidación de esta operación", dijo el funcionario.
Las tropas bombardearon al menos tres campamentos rebeldes en una zona selvática próxima al río San Miguel, que marca la frontera de Colombia y Ecuador, dijeron oficiales militares.
Sin embargo, el ministro no habló sobre bajas dentro de la Fuerza pública luego de revelar que se produjeron enfrentamientos también en tierra.
La operación del Ejército se realiza una semana después del anuncio hecho por el presidente Juan Manuel Santos sobre un relanzamiento de la ofensiva militar contra los grupos armados tras los ataques a las fuerzas de seguridad colombianas que este mes dejaron alrededor de 40 policías y militares muertos.
El presidente felicitó a los que participaron en la operación y agradeció al Gobierno de Ecuador por la colaboración prestada al reforzar su frontera para evitar la huida de los rebeldes.
El presidente felicitó a los que participaron en la operación y agradeció al Gobierno de Ecuador por la colaboración prestada al reforzar su frontera para evitar la huida de los rebeldes.
"Esto le demuestra al país, pero sobre todo a los bandidos, que la fuerza pública no está bajando la guardia, sino al contrario, respondiendo con contundencia a su intención de hacernos daño y de aparecer como leones cuando sabemos que son ratones que usan el terrorismo para hacer ruido", dijo Santos.
El Gobierno actual había accedido a la posibilidad de evaluar un posible diálogo con el grupo insurgente para solucionar el conflicto armado que vive esa nación desde hace décadas.
Congresistas y activistas han insistido que la paz en Colombia llegará a través del diálogo y el intercambio humanitario y que el camino de la violencia podría poner en peligro la vida de retenidos e inocentes.
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