Colaboracion: Compañera Andrea Lopez....
El valor de la mentira en el capitalismo
Uno de los elementos ideológicos que caracterizan, y con el cual el capitalismo se defiende y legitima su acumulación de riqueza, es la mentira. En el capitalismo global, la mentira también se ha generalizado y globalizado, todos estamos forzados a mentir en algún momento de nuestras vidas, aunque, para justificarla, digamos que lo hacemos de manera piadosa. La mentira, por tanto, es un instrumento globalizado que sirve para engañar, para timar a nuestros conciudadanos, sean los globalizados de las economías del centro como los globalizados de las economías de la periferia.
En esta sociedad de mentiras y mentirosos, en la cual lo único cierto es el dominio y la explotación que ejercen los poderosos sobre los no propietarios, no todas las personas incurren en la misma gravedad al mentir, ni las mentiras son todas de la misma magnitud: a la hora de mentir, diría que desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, las mentiras de los poderosos, así como las de aquellos que les apoyan desde las instituciones del sistema (legislativo, ejecutivo, judicial, estamento militar y cuerpos de seguridad, etc.), son infinitamente más graves y, por tanto, más letales, que las que los desamparados emiten, frecuentemente como defensa contra los ataques de la clase de los pudientes.
Antes de considerar y precisar quienes son los mayores mentirosos de la sociedad capitalista, hemos de anticipar que la mentira, como la verdad, es una apreciación de clase. Cuando el presidente de la patronal catalana dice que sobran funcionarios en las instituciones del Estado no está mintiendo porque, visto desde sus intereses de clase, lo que a los empresarios que él representa les interesa es que la vida económica transcurra mediante el mecanismo de mercado, en donde los capitalistas realizan la tasa de ganancia.
Cuanto más mercancías y servicios pasen por el mercado, y menos aporte el Estado de forma universal a los ciudadanos, más acumulación de riqueza realizan como clase social. Sin embargo, si consideramos que la labor de estos funcionarios (maestros, médicos, trabajadores sociales, educadores de calle, etc.) es aportar más salud pública, más educación pública, más asistencia social pública, más transporte público, más protección ciudadana, mejor entorno ambiental, más ayudas para la vivienda, la cultura y el deporte, etc., entonces la ‘verdad’ anterior se convierte en una mentira ya que lo que se necesita para que todos estos servicios públicos funcionen óptimamente es más personal y medios. Desde el punto de vista de los desamparados, precisamente lo que está faltando son recursos y personal especializado suficiente para reducir las listas de espera, la saturación de los centros de salud, la falta de escuelas y la escasez de maestros, los retrasos y otras deficiencias en los transportes, etc. En todas las áreas del estado social, la verdad es que faltan recursos y personal especializado, mientras que la mentira es decir que sobran funcionarios.
Aparte de los capitalistas, principales mentirosos y directos beneficiarios del sistema, nos encontramos con el estamento de los políticos, que, especialmente en los períodos de elecciones, es cuando más mienten por alcanzar el convertirse en gestores desde el gobierno, o en gestores desde la oposición, en favor de la clase capitalista. Si los que podemos votar tuviésemos memoria electoral, nos acordaríamos de todo lo que nos prometieron, así como de todo aquello que han dejado de cumplir. A la diferencia entre aquello que han prometido y lo que han realizado, entre la defensa de los intereses de los poderosos y los incumplimientos con los olvidados, a esa diferencia la podríamos llamar, sin ofenderles, la gran mentira de los segundos grandes mentirosos de la organización social capitalista. Todo esto nos lleva a recomendar a los ciudadanos y ciudadanas:
Votantes del mundo, ¡dejadlo ya!
Las dos esferas de la mentira en el capitalismo: la económica y la política La mentira en la esfera económica
Somos de la opinión que el mecanismo de extracción y apropiación de riqueza se origina en el sistema productivo de la esfera económica capitalista. Es lo que Marx explicó mediante el desarrollo de su ley del valor trabajo. El trabajador, sin dejar de percibir una cesta de bienes cuyo valor es igual a la socialmente necesaria para reproducirse y mantenerse, ha de aceptar ceder al empresario el plusvalor que pueda producir por la cesión de su fuerza de trabajo durante lo que dure la jornada de trabajo.
Sin embargo, esta explotación apropiada por el empresario es explicada por los ideólogos del capitalismo diciendo que el empresario, de acuerdo con el precio relativo (o salario) que establece la conjunción de fuerzas entre la oferta y la demanda de mano de obra, paga al trabajador lo equivalente a lo que le cuesta reproducirse él y su familia. Según los exegetas del capitalismo, esta es una transacción mercantil en la que no hay explotación.
Este no es el espacio para desarrollar ambas corrientes teóricas, sino simplemente señalar que lo que es una mentira de clase para los que estamos a favor de la teoría delvalor trabajo, y en contra de las interpretaciones sobre la teoría del valor basada en lapreferencia subjetiva (utilidad marginal) y el coste de producción, es una verdad de clase para los teóricos que intentan justificar y legitimar éticamente la explotación de la clase obrera escondida en las teorías económicas que desarrollan.
Las explicaciones de la casi totalidad de los economistas académicos, especialmente las de aquellos que se dedican a definir la ‘teoría económica’, son presentadas como verdades de clase, que para los que somos anticapitalistas nos son más que una grandes mentiras presentadas bajo esa jerga pretendidamente científica.
La mentira en la esfera política
En un primer ejemplo encontramos como el gobierno español es capaz de hablar con el gobierno cubano sobre el llamado mecanismo de diálogo sobre los derechos humanos, cuando es incapaz de mantener aquí la misma finalidad con aquellos gobiernos autonómicos que anhelan hablar de autodeterminación, no digamos ya de grupos o partidos, como Batasuna, ANV y PCTV, que proponen participar en las instituciones políticas burguesas para dialogar de temas afines, como la soberanía, el autogobierno, etc.
Pero la campaña que se celebra en estos momentos para las elecciones legislativas del 9-M ofrece un sin fin de ejemplos en los que encontramos como los políticos de todos los partidos hacen promesas que, si fuesen examinadas en la siguiente elección, comprobaríamos que se han convertido en tantas mentiras como compromisos han hecho. De entrada, y como señala cierto comentarista, las propuestas que hacen “de más gasto y menos impuestos responden más al populismo que a la ideología” de los respectivos partidos. Dado el espacio que disponemos, tomemos únicamente como referencia a los dos grandes mentirosos de turno: Zapatero y Rajoy.
Lo que promete o prohibirá Mariano Rajoy
Rebaja de 1000 euros anuales en IRPF a las mujeres trabajadoras, supresión del impuesto de patrimonio; las rentas inferiores a 16.000 euros no pagaran IRPF; reducción del IRPF en general; subida de 150 euros en las pensiones mínimas; creación de 2.200.000 empleos; universalizar el dentista gratis en un plazo de 8 años; reducir la lista de espera quirúrgica a un máximo de 30 días; endurecer el código penal y rebajar la edad penal a los 12 años; crear 30.000 plazas de policía y guardia civil; persiste el empecinamiento en la política de no negociar con ETA; de dureza con la inmigración y la prohibición del velo en las aulas; de inmisericordia con las clínicas que facilitan el aborto; de desalojar a los okupas de la única forma que tienen de poder disponer de un inmueble para alojarse y realizar actividades educativas, culturales y políticas al margen del mercado; que las parejas gay adopten; y sigue con la idea fija de que ‘se rompe España’. Mientras, Esperanza Aguirre anuncia la apertura de un colegio público catalán en Madrid, en medio de la polémica sobre el modelo lingüístico en las escuelas de Cataluña.
Lo que promete o prohibirá JL Rodríguez Zapatero
Devolución de 400 euros del IRPF a asalariados, pensionistas y posiblemente a autónomos; reducción del IRPF en general; supresión del impuesto al patrimonio; subida de las pensiones mínimas en 200 euros, subida del SMI hasta 800 euros; creación de 2 millones de empleos; asegurar que el 15% de los estudiantes hablará inglés; aumentará la plantilla de la policía y la guardia civil hasta alcanzar los 140.000 agentes, así como mejorar las retribuciones de estos funcionarios; repite aquellos eslóganes creados por los jerifaltes franquistas de que ETA ya no tiene apoyo social, por tanto no es necesario el diálogo; aumentarlos días de permiso por paternidad, aceptó que los inmigrantes suponen una aportación a la creación de riqueza y su contribución al pago de 1 millón de pensiones; pide apoyo para la gente de la cultura que reivindica el derecho de propiedad mediante el pago de un canon a las transnacionales y a la SGAE; y finalmente, después de tomarse unos calditos con el nuncio, el PSOE ya descarta revisar el concordato con la Iglesia si vuelve a ganar (si pierde tampoco podrá hacerlo): esto supone pensar que la mayoría de los ciudadanos no somos honrados y nos dedicamos a estafar a esta gentes y empresas que ya realizan sus beneficios cuando venden estas mercancías.
Cuidado con el mentiroso engañoso
Como con la publicidad engañosa, hay que tener cuidado con los mensajes que, subliminalmente, nos invitan a votar y a votar en una única dirección Este es el caso de una periodista, que después de explicarnos que por causa de las promesas incumplidas de los políticos ella se encontraba incómodamente en la situación del No sabe No contesta, por fin, la promesa de un político de “dedicar 55 millones de euros a la investigación de las llamadas enfermedades raras”, le ha convencido para volver a votar. Como el que hace la promesa es socialista, votará PSC, que es como decir que votará PSOE. Primero, nos explica porque reniega de los políticos y de los partidos por que no cumplen nunca las promesas, para acabar explicándonos como una sola promesa, y sólo una, le devuelve la confianza en unos y otros, una felicidad que la hace dar saltos de alegría.
En resumen, ambos dirigentes se acusan de comprar votos. La llamada subasta electoral se concentra en bajar los impuestos, en reducir la libertad de los ciudadanos a expensas de una supuesta mayor seguridad, en aumentar ligeramente algunas pensiones, eso sí sinelevarlas mucho por encima de los umbrales de pobreza; en endurecer la política de inmigración y en ignorar la petición de diálogo que reclaman las gentes de Euskal Herria.
Ninguno de estos mentirosos habla de las carencias en los servicios públicos (escuelas y maestros, médicos y hospitales, transporte publico especialmente en zonas rurales); tampoco del problema del paro crónico y de los contratos basura, de las dificultades de acceder a la vivienda, del aumento del número de mujeres maltratadas; del fraude fiscal, del blanqueo de dinero, de la economía del mundo oscuro del capitalismo (droga, prostitución, armas). Claro que, si se bajan los impuestos, ¿cómo se van a financiar tales actividades a favor del estado del bienestar de los ciudadanos más necesitados de la sociedad? Los ricos satisfacen estas necesidades con dinero en el mercado que tanto intentan promover. Tampoco hablan del aumento de precios, especialmente de aquellos productos que más afectan a las familias con bajos ingresos: los productos frescos subieron en un 5,3%, el pan en un 14,4%, las frutas en un 7,8%, la perfumería y droguería en un 6,1%; el ministro de Trabajo anuncia que el paro se disparará en febrero; el 17% de los niños tienen caries; el pan y la leche seguirán subiendo, dice Solbes, etc.
En esta campaña, parece que Rajoy marca la agenda electoral obligando a Zapatero a responder de forma defensiva. La famosa oferta no parará hasta el 9-M, pues los equipos de expertos y comités de sabios de los grandes partidos que pueden pagarlos todavía están inventando promesas. Lo que ahora prometen los del PP, lo negaron cuando estaban en el Gobierno, lo mismo que ahora, lo que prometen los del PSOE lo negarán cuando estén en la oposición. Como decíamos anteriormente, nos falta memoria electoral y seguimos votando como tontos a estos mentirosos de la política.
‘Untados’: los buenos del sistema capitalista; ‘batasunos’: los malos del sistema político Los untados’: ¿por qué ha de ser considerados los buenos?
Uno de los grandes mentirosos, Rajoy, acusa a los personajes del gesto en la ceja de estar untados por el gobierno actual, “que les garantiza sus privilegios a costa del dinero que tienen que pagar el resto de los españoles”. No necesito un acta notarial para demostrar que estoy en contra del candidato del PP, cuando expreso mis opiniones políticas y expongo mi ideario ideológico, pero casi sostendría que esta vez, sobre el canon digital, Rajoy dice una verdad como una catedral, aunque sea por equivocación. Es decir, aunque la defensa que hacen los artistas e intelectuales de Zapatero entra dentro de sus derechos de expresar y elegir a quién creen que mejor defiende sus principios ideológicos, pero asimismo sus intereses económicos, no deja de ser sospechosa esta identificación con el poder gubernamental en un momento que coincide especialmente con las elecciones, y particularmente con el debate sobre la conveniencia o no de un impuesto, el del canon digital, que perjudica a millones de consumidores, muchos de ellos que no son usuarios de estos instrumentos. Es decir, no deja de ser sospechoso que Zapatero hable de bajar impuestos a la vez que pospone el debate sobre el canon digital, otro impuesto, mientras que Rajoy es partidario de eliminarlo. Tampoco era necesario que los del gesto en la cejautilizasen el mismo lenguaje barriobajero y descalificativo de la gente del PP, como tampoco es necesario que nos traten de estúpidos a todos aquellos que estamos en contra de la propiedad privada en general, y del canon en particular. Un canon aplicado en España que hasta la misma multinacional Philips pone en cuestión y ha denunciado ante la Comisión Europea, reclamando que se sepa que se hace en nuestro país con la recaudación. Es decir, aparte de que no hay transparencia sobre el mismo, parece que va “contra el Tratado de la UE, el cual en su artículo 28, establece la prohibición de todas las medidas capaces de restringir directa o indirectamente, efectiva o potencialmente, el tráfico de mercancías entres los Estados miembros. El requerimiento de pagos adicionales en determinados Estados para productos importados, como establece la regulación española de propiedad intelectual, constituye una de sus restricciones, según la denuncia de Philips”.
Puede ser posiblemente cierto que muchos usuarios bajen gratis muchos de esas mercancías artísticas e intelectuales que ya fueron vendidas por sus autores a las empresas multinacionales, y comercializadas por estas. Pero también no es menos cierto que millones de usuarios no copian y sin embargo somos tratados de sospechosos y penalizados por comprar tales soportes informáticos. Como reconoce el comisario de la UE Charlie McCreevy, quien ya dio un toque a España por no eximir el pago del canon, este “debe aplicarse de forma que esté basado en las pérdidas causadas por la copia privada”. Por tanto, ¿quién garantiza o reivindica que los usuarios que no copian no sean penalizados? Ni la SGAE, ni estos autores, muchos de ellos autoproclamados de izquierda, se preocupan de tal injusticia. Sólo unos pocos cantantes, contados con los dedos de la mano para hablar de la excepción que confirma la regla, se manifestaron en contra de este impuesto al consumo. El resto, o sea la gran aplastante mayoría, no han levantado la voz en contra, ni la levantarán. Su bolsillo está por delante de todo principio de equidad.
Esta actitud mercantil de tantos personajes, algunos incluso nos quieren engañar participando en actos filantrópicos, nos lleva al tema del adjetivo untados. Yo pienso, y no quiero ocultarlo, que están comprados por la ideología de la propiedad privada. Porque, de quién defiende la propiedad privada, sea esta material o mental, es casi imposible pensar algo que no se corresponda con ese adjetivo. La propiedad privada sólo existe en las sociedades clasistas. Lo que, como corolario, los que somos anticapitalistas, por coherencia, también estamos en contra de la propiedad como medios de producción, o convertidas en mercancías de consumo.
Por tanto, mi opinión es que el canto de los untados es una copla de llamada a defender la alegría de sus bolsillos y de los beneficios de las multinacionales relacionadas con la comercialización de estas actividades mercantilizadas. Qué el bajar música o películas de ordenador sea considerado el ‘delito’ más frecuente a los 12 años de edad, debiera ser un tema para que se lo hicieran mirar, especialmente esos izquierdistas o progresistas entre los ‘untados’. Los políticos, en esta caso Rajoy ya lo pide para estos menores, acabaremos todos en la cárcel por actos similares.
Los ‘batasunos’: ¿por qué Garzón no les aplica la presunción de inocencia?
Comencemos describiendo algunos de los hechos que están ocurriendo actualmente en Euskal Herria. “Once de los 14 detenidos en la madrugada del lunes por su relación con Batasuna, PCTV y ANV seguirán en prisión incondicional y otros tres deberán abonar una fianza por seguir en libertad. Así lo acordó ayer el juez B. Garzón, que les acusa de intentar “reconstruir el frente institucional de ETA y asumir el carácter como ‘referente político’ de la organización terrorista”, empleando para ello a los partidos suspendidos ANV y PCTV”. En la cárcel ya están otros 19 miembros de la izquierda abertzale, como M Otegi, bajo la acusación de pertenecer a banda armada, que llevan un tiempo considerable sin que un juicio demuestre tales acusaciones. No soy del gremio de los juristas, pero me cuesta entender porque, ¿si hay pruebas que demuestran la culpabilidad de asociación ilícita y otras imputaciones, no se les somete inmediatamente a un juicio legal? Y si no las hay, ¿por qué están encarcelados?
Mientras a los artistas ‘untados’ nadie les cuestiona ni les encarcelan por disponer de su derecho de expresión, parece que el juez Garzón no piensa que los miembros de la izquierda abertzale deban ejercer ambos derechos, expresión y reunión. Estas detenciones, de acuerdo con los datos subjetivos que dice encontrar el juez, no se ajustan la respeto de presunción de inocencia de estos ciudadanos, pues debiera ser un tribunal, mediante el correspondiente juicio, quién dictase la culpabilidad de los imputados. La decisión del Supremo, de no suspender al Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), simplemente por la necesidad de “preservar el pluralismo político”, se ajusta más a este respeto al derecho de expresión y reunión de los ciudadanos que estamos reclamando para las mencionadas asociaciones.. Incluso los jueces del Tribunal de Estrasburgo ponen en cuestión la actuación de la justicia española, ya que admitieron la demanda de Batasuna del pasado mes de septiembre del 2007 contra su ilegalización por “plantear cuestiones de hecho y de derecho, ya que la disolución podría haber vulnerado los derechos de reunión, asociación y libertad de expresión” de este partido. Tampoco falta quien ve “una connivencia entre Garzón y el Gobierno socialista, por lo que las detenciones que ha ordenado recientemente y la suspensión de actividades de Acción Nacionalista Vasca (ANV) y el PCTV responde a motivos electoralistas”.
¿Qué hacen los otros partidos de Euskal Herria, que hablan de mantener el proceso de paz, pero se muestran indiferentes, ante la detención de una parte muy importante de los interlocutores que deberán estar sentados en la mesa de negociaciones? De momento, prefieren la ausencia de estos partidos para repartirse los escaños; una vez pasadas las elecciones, ya volverán a retomar el tema de la necesidad de la incorporación de estas agrupaciones al proceso de paz. Más mentirosos dentro del juego electoral.
Por otro lado, al paso que va Garzón, cualquiera que solicite “una manifestación en apoyo de la [izquierda abertzale]” acabará en prisión. Por tanto, no me extraña que las cárceles estén ya a tope. ¿Quedará algún vasco fuera para manifestarse? Claro que Zapatero dijo que necesita la tensión, supongo que con el PP y con la kale borroka, para ganar las elecciones del 9-M.
Paradojas, inconsistencias, contradicciones, incoherencias, quizás todo junto
Conductores de autobuses, maestros, médicos, jueces, cada grupo de ellos por sus seguramente justas razones, se encuentran estos días haciendo huelgas y manifestaciones. Debo decir, recordando a G. Orwell, que una vez que la huelga está declarada, siempre estaré del lado de los huelguistas. Jamás del lado de la patronal o de los policías que son siempre enviados para controlarlas. Sin embargo, lo que quiero destacar de toda esta protesta social es como todos estos manifestantes y huelguistas, llegado el día de las elecciones se presentan en los colegios electorales disciplinadamente para votar por aquellos políticos a los que denunciaban durante los conflictos. Esta inconsistencia, dada por la separación en la persona de los ámbitos políticos y laborales como si fuesen círculos aislados en sus vidas, expresa la incultura política que llevamos dentro. Incoherencia nacida de la educación del sistema que genera el hombre unidimensional, que nos advertía H. Marcuse, un tipo de lumpen urbanita que es el que realmente le conviene al capitalismo. Un ciudadano ‘roto’ en compartimentos, incapaz de relacionarlos entre si como un todo, lo mismo da que sea un titulado o un untado, como tratábamos anteriormente. De esta manera, el sistema nos traga a todos, pues acabamos no entendiendo, o no queriendo entender, lo que nos explota y degrada humanamente.
Para finalizar, otro eslogan: a los políticos, no les prestes atención
Curiosamente, este titular me lo sugiere otra periodista, que nos recomienda que no les prestemos atención a los políticos. “Haz como sueles, como si nada [...] Ellos tienen otras prioridades. Fingen llevar los niños a colegios públicos, viajar en metro, ir al mercado y haber leído a Julio Cortazar. No les prestes atención”. No hacen nada de esto.
Reflexionemos. Si los políticos hacen tantas promesas es porque las necesidades reales que estamos actualmente sufriendo son enormes. Sino, ¿a qué prometen tantos remedios? Y, si no lo han hecho hasta ahora, dado que ambos grandes partidos han estado gobernando, ¿a santo de, o por qué lo van a hacer ahora? Si bajan los impuestos, especialmente a los ricos que serán los grandes beneficiados, ¿con qué dinero se cubrirán las necesidades sociales de los grupos más desamparados? Reflexiona, reflexionemos sobre esto.
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