COLABORACION: Compañero Rafael Ruiz Lopez...
El infame golpe contra honduras es el mayor ejemplo de lo que significa la perversa mano ejecutora y cobarde del departamento de estado, siempre negando su inocultable protagonismo en ese acto ilegal. El golpe militar fue tan “torpe” y evidente que nadie, ni siquiera Israel, Perú o Colombia podían justificarlo; si partimos del principio que “alguien” muy poderoso está detrás de ellos, causaba suspicacia tal torpeza.
Igualmente decía que la posición de los directivos de la OEA, los medios internacionales de derecha, incluso del propio presidente norteamericano no era la tradicional ante una situación donde se supone es obra de ellos y en beneficio de su tradicional postura política, esto me llevó a un momento de reflexión, con cabeza fría, sin el fragor de la sangre hirviendo por los hechos acaecidos a un pueblo hermano y la burla a su autodeterminación y llegué a las siguientes conclusiones que quiero compartir con ustedes.
En primer término debemos entender y partir del principio sin ningún tipo de dudas que ¡ESTAMOS EN GUERRA!, llámese como se llame: suave, de colores, IV generación, como sea, por tanto se ganan y se pierden batallas, solo un idealista utópico puede pretender que en un proceso revolucionario todas se van a ganar, máxime cuando el enemigo es sumamente poderoso, sería ingenuo pensar que el imperio se va a quedar de brazos cruzados viendo como su “patio trasero” se le va de las manos, esta es una guerra entre dos poderosas ideologías, la del capitalismo en decadencia y la del socialismo emergente; de ahí tenemos que partir a la hora de hacer los análisis de los acontecimientos de las batallas, reacomodar las estrategias y prepararnos para defendernos del verdadero objetivo del imperio y sus aliados que no es otro que frenar la revolución de los pueblos y esta pasa por acabar con la revolución bolivariana en nuestro país.
Los gringos asimilan sus derrotas (Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Rio, etc.), en estos casos el imperio se enfrentó a pueblos con líderes y fuerzas armadas unidos, con alto nivel de conciencia, no son los status los que se defienden (presidentes, democracias, representantes, modelos, etc.,) son los ideales y la dignidad, y para que un pueblo defienda sus ideales y dignidad se necesita que un líder los represente y los proponga, no de manera coyuntural, sino que nazcan de lo más profundo del ser, con plena conciencia y con seguridad este no es el caso en nuestra hermana Honduras.
Para mi concepto Zelaya es un señor que traicionó la confianza de la oligarquía hondureña y por supuesto al imperio, él mismo en tono muy reflexivo le dice a quienes lo tumbaron que “…no quería llegar a tanto, que era una simple encuesta no vinculante…”, ¿será que este señor no sabe que el “coco” de las oligarquías y el imperio son justamente las Constituyentes?, ¿que son el arma poderosa de los pueblos para participar en sus propios designios?, solo le faltó a Zelaya pedir perdón para que le dejaran regresar, ahora ¡está negociando!, ¡negociar que!, ¡con quien!, decirles a los golpistas (sus amigos) que ¿se equivoco?, ¿Qué solamente quería aprovecharse de las ventajas que le ofrecía el ALBA o Petro Caribe?, ¿que él no es socialista ni mucho menos comunista?. Lo que si estamos seguros es que el pueblo hondureño ha demostrado ser bien combativo, con alto grado de conciencia revolucionaria, a pesar que su presidente llegó al poder sin plantear una revolución salió a defenderlo, están las condiciones bien dadas para que emerja un(a) líder que plantee por la calle de en medio un proceso revolucionario en Honduras.
Por otra parte no podemos creer que las ONG, la ONU, la OEA, puedan revertir una acción como esta, mucho menos con un disfraz como Oscar Arias como mediador, cuando el imperio agarra algo es difícil que lo suelte, ahí tenemos los casos de Haití, Puerto Rico, Nuevo México, solo por mencionar algunos, nadie va a poder hacer nada, debemos acostumbrarnos a ganar y perder, en adelante esta es tarea única y exclusiva de los pueblos, no hay poder más grande que un pueblo consciente y organizado en insurrección y es allí donde debemos centrar nuestra atención si en algo queremos ser útiles, olvidémonos de Obama, de Washington, son ellos los que están detrás de todo y nos agarraron fuera de base con lo que menos se esperaba: un trasnochado, torpe y estúpido golpe de estado, pero para los efectos muy funcional pues lograron el objetivo. Lo que estamos viendo y vamos a ver en adelante es caradurismo, dilaciones y elecciones a su manera.
Reflexionemos sobre el papel de los medios privados en esta guerra, ¿somos masoquistas?, o ¡que!, ¿es que no nos damos cuenta que en esta guerra de IV generación la opinión pública interna y externa es la artillería pesada?; de que sirve respetar la tan cacareada “libertad de expresión” que no es otra cosa que el libertinaje de los dueños de la prensa, si de todas maneras van a difundir ante el mundo lo contrario a la realidad, nunca van difundir algo que denote beneficio para la revolución, debemos resolver de una vez por todas esa contradicción planteada por los medios privados y tomar las decisiones adecuadas para preservar el proceso de cambio planteado por los pueblos de Latinoamérica, entendamos que hagamos lo que hagamos siempre la opinión pública nacional e internacional va a estar polarizada y en nada va a afectar la correlación de fuerzas, si las fuerzas imperiales son capaces de crear ante el mundo la matriz de opinión del terrorismo y el narco tráfico, que más da que hablen de la libertad de prensa.
Por último lo que considero el mas craso error es ¡suspender de la organización de la OEA al país hermano Honduras!, ¡carajo!, ¿no se dan cuenta que con esa resolución están legitimando a los golpistas?, ¿acaso la sanción es para los golpistas?, ¡no!, es para el pueblo llano, los primeros sorprendidos con tal resolución fueron ellos, al punto que ya ellos habían manifestado esa decisión , lo que se hizo fue darle legitimidad a su decisión, señores ¡esa es la estrategia del imperio!, lograr sacar a Honduras de la OEA y quien sabe cuántos otros países más en adelante para dividirnos ante la nueva correlación de fuerzas, al sancionar a Honduras los golpista ya no están obligados para con la comunidad latinoamericana, se van a transformar en un estado asociado al imperio como Israel, Puerto Rico, Hawái, Taiwán, bajo el protectorado del imperio y nada tendrán que ver con nosotros, no seamos ¡tan ingenuos!, debemos mantener a Honduras dentro de la organización, a quienes debemos aislar y sancionar a todos los niveles es a los golpistas ilegítimos y que ningún país acepte sus credenciales.
Igualmente decía que la posición de los directivos de la OEA, los medios internacionales de derecha, incluso del propio presidente norteamericano no era la tradicional ante una situación donde se supone es obra de ellos y en beneficio de su tradicional postura política, esto me llevó a un momento de reflexión, con cabeza fría, sin el fragor de la sangre hirviendo por los hechos acaecidos a un pueblo hermano y la burla a su autodeterminación y llegué a las siguientes conclusiones que quiero compartir con ustedes.
En primer término debemos entender y partir del principio sin ningún tipo de dudas que ¡ESTAMOS EN GUERRA!, llámese como se llame: suave, de colores, IV generación, como sea, por tanto se ganan y se pierden batallas, solo un idealista utópico puede pretender que en un proceso revolucionario todas se van a ganar, máxime cuando el enemigo es sumamente poderoso, sería ingenuo pensar que el imperio se va a quedar de brazos cruzados viendo como su “patio trasero” se le va de las manos, esta es una guerra entre dos poderosas ideologías, la del capitalismo en decadencia y la del socialismo emergente; de ahí tenemos que partir a la hora de hacer los análisis de los acontecimientos de las batallas, reacomodar las estrategias y prepararnos para defendernos del verdadero objetivo del imperio y sus aliados que no es otro que frenar la revolución de los pueblos y esta pasa por acabar con la revolución bolivariana en nuestro país.
Los gringos asimilan sus derrotas (Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Rio, etc.), en estos casos el imperio se enfrentó a pueblos con líderes y fuerzas armadas unidos, con alto nivel de conciencia, no son los status los que se defienden (presidentes, democracias, representantes, modelos, etc.,) son los ideales y la dignidad, y para que un pueblo defienda sus ideales y dignidad se necesita que un líder los represente y los proponga, no de manera coyuntural, sino que nazcan de lo más profundo del ser, con plena conciencia y con seguridad este no es el caso en nuestra hermana Honduras.
Para mi concepto Zelaya es un señor que traicionó la confianza de la oligarquía hondureña y por supuesto al imperio, él mismo en tono muy reflexivo le dice a quienes lo tumbaron que “…no quería llegar a tanto, que era una simple encuesta no vinculante…”, ¿será que este señor no sabe que el “coco” de las oligarquías y el imperio son justamente las Constituyentes?, ¿que son el arma poderosa de los pueblos para participar en sus propios designios?, solo le faltó a Zelaya pedir perdón para que le dejaran regresar, ahora ¡está negociando!, ¡negociar que!, ¡con quien!, decirles a los golpistas (sus amigos) que ¿se equivoco?, ¿Qué solamente quería aprovecharse de las ventajas que le ofrecía el ALBA o Petro Caribe?, ¿que él no es socialista ni mucho menos comunista?. Lo que si estamos seguros es que el pueblo hondureño ha demostrado ser bien combativo, con alto grado de conciencia revolucionaria, a pesar que su presidente llegó al poder sin plantear una revolución salió a defenderlo, están las condiciones bien dadas para que emerja un(a) líder que plantee por la calle de en medio un proceso revolucionario en Honduras.
Por otra parte no podemos creer que las ONG, la ONU, la OEA, puedan revertir una acción como esta, mucho menos con un disfraz como Oscar Arias como mediador, cuando el imperio agarra algo es difícil que lo suelte, ahí tenemos los casos de Haití, Puerto Rico, Nuevo México, solo por mencionar algunos, nadie va a poder hacer nada, debemos acostumbrarnos a ganar y perder, en adelante esta es tarea única y exclusiva de los pueblos, no hay poder más grande que un pueblo consciente y organizado en insurrección y es allí donde debemos centrar nuestra atención si en algo queremos ser útiles, olvidémonos de Obama, de Washington, son ellos los que están detrás de todo y nos agarraron fuera de base con lo que menos se esperaba: un trasnochado, torpe y estúpido golpe de estado, pero para los efectos muy funcional pues lograron el objetivo. Lo que estamos viendo y vamos a ver en adelante es caradurismo, dilaciones y elecciones a su manera.
Reflexionemos sobre el papel de los medios privados en esta guerra, ¿somos masoquistas?, o ¡que!, ¿es que no nos damos cuenta que en esta guerra de IV generación la opinión pública interna y externa es la artillería pesada?; de que sirve respetar la tan cacareada “libertad de expresión” que no es otra cosa que el libertinaje de los dueños de la prensa, si de todas maneras van a difundir ante el mundo lo contrario a la realidad, nunca van difundir algo que denote beneficio para la revolución, debemos resolver de una vez por todas esa contradicción planteada por los medios privados y tomar las decisiones adecuadas para preservar el proceso de cambio planteado por los pueblos de Latinoamérica, entendamos que hagamos lo que hagamos siempre la opinión pública nacional e internacional va a estar polarizada y en nada va a afectar la correlación de fuerzas, si las fuerzas imperiales son capaces de crear ante el mundo la matriz de opinión del terrorismo y el narco tráfico, que más da que hablen de la libertad de prensa.
Por último lo que considero el mas craso error es ¡suspender de la organización de la OEA al país hermano Honduras!, ¡carajo!, ¿no se dan cuenta que con esa resolución están legitimando a los golpistas?, ¿acaso la sanción es para los golpistas?, ¡no!, es para el pueblo llano, los primeros sorprendidos con tal resolución fueron ellos, al punto que ya ellos habían manifestado esa decisión , lo que se hizo fue darle legitimidad a su decisión, señores ¡esa es la estrategia del imperio!, lograr sacar a Honduras de la OEA y quien sabe cuántos otros países más en adelante para dividirnos ante la nueva correlación de fuerzas, al sancionar a Honduras los golpista ya no están obligados para con la comunidad latinoamericana, se van a transformar en un estado asociado al imperio como Israel, Puerto Rico, Hawái, Taiwán, bajo el protectorado del imperio y nada tendrán que ver con nosotros, no seamos ¡tan ingenuos!, debemos mantener a Honduras dentro de la organización, a quienes debemos aislar y sancionar a todos los niveles es a los golpistas ilegítimos y que ningún país acepte sus credenciales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario