lunes, 9 de agosto de 2010

Caza de Ballenas...



Lamentablemente, la ballenas fueron cazados en masa. Más de dos millones de ballenas fueron aniquiladas entre 1929 y 1979. Con el agotamiento de una  especie,  los cazadores sencillamente se trasladaban a otra especie aún no explotada.

En la época anterior al petróleo y el plástico, las ballenas proporcionaban materias primas muy valiosas para objetos de uso diario. Las Ballenas  fueron cazadas por su aceite y sus barbas. El aceite se refinaba y vendía  para ser quemado en lámparas. Las barbas de ballena se utilizaban para hacer cepillos, paraguas y  hasta incluso para hacer a los corséts para mujeres aún más rígidos. Luego, con el descubrimiento del petróleo, una fuente de aceite más barata, la caza terminó, pero el daño ya estaba hecho. Sin embargo, la caza revivió con la aparición de los barcos a motor con arpones explosivos. A pesar de haberse encontrado sustitutos para todos los productos de ballenas, hoy la carne de ballena se ha convertido en un plato exquisito en Japón.
La ciencia y la educación rescataron a las ballenas.

Afortunadamente, la ciencia y la  educación rescataron  a  las ballenas de este asalto directo. Esto no sucedió a través del descubrimiento de mejores técnicas de explotación, sino a través del descubrimiento de las capacidades cognoscitivas de las ballenas. El descubrimiento que las ballenas ejecutan  ¨canciones¨,  junto a otros estudios acerca del gran  desarrollo cerebral  de diferentes especies de cetáceos,  han  brindado un nuevo enfoque para la percepción del hombre hacia las ballenas. El movimiento ¨Salve a las Ballenas¨, nacido a partir de este nuevo enfoque, ha  traído a la luz la idea de que la matanza masiva de estos animales es un indicador de la desatención y de la falta de respeto del hombre hacia el medio ambiente.
En 1986, la Comisión Ballenera Internacional
decretó la prohibición a la caza de ballenas.

Esta Comisión se creó en 1946 por catorce naciones que se dedicaban a la caza, ya que originalmente fue creada tanto para proteger a las ballenas como para mantener regulada la caza, ya que la misma industria tenía que imponerse restricciones para no quedarse sin recursos, debido a  los agotamientos de los stocks de ballenas en todo el mundo.


La  dualidad de propósitos  trajo considerables problemas en el seno de la comisión y por treinta años los objetivos económicos vencieron a los conservacionistas, hasta que en 1975 se decidió fijar límites de captura para no agotar los stocks. Tanto la solicitud de las Naciones Unidas como así  también la  presión de las personas para proteger a las ballenas, logró que en 1982 la Comisión Ballenera Internacional (CBI)  decretara una total moratoria a la caza de ballenas que se inició a partir de  1986  y fue fijada por cinco años; luego fue extendida hasta 1991. Esta prohibición fue una gran victoria para la conservación y sirvió, además, para llevar esta gran problemática ambiental a la conciencia pública.
Sin embargo, algunos países -como Japón y Noruega-
han explotado los vericuetos legales de la moratoria
con la intención de continuar cazando ballenas
con fines comerciales.

Si bién es correcto que la CBI en uno de sus artículos permite a los estados miembros cazar ballenas con fines científicos, este artículo no fija límites al número de ballenas a cazar. Japón aprovecha para cazar anualment 440 ballenas minke en la Antártida, y 100 en el Pacífico Norte, no hay dudas de que no es necesario matar mas de 540 ballenas (el 10 % están preñadas) con ningun fin científico. La carne de estas ballenas termina en el plato de lujosos restaurantes de Japón.

La cacería de Japón y Noruega es parte de un plan estratégico que promueve la reasunción de la caza ballenera a gran escala y sobre todas las especies. Ya que para Japón: "Las ballenas se comen todos los peces, y dejan sin recursos ícticos a los humanos", o, "Hay superpoblación de ballenas".


Nuestro Instituto, a través del desarrollo de técnicas de estudio no letales, expone su decepción por permitir la matanza de ballenas para su estudio. Los estudios no letales, a largo plazo, arrojan los mismos datos generales y a su vez permiten documentar las fluctuaciones del comportamiento social que ocurre dentro de una población. A través de la autorización de la cacería científica,  en realidad lo que se permite es que con excusa las empresas balleneras provean de carne a los mercados consumidores. Seguiremos  desarrollando nuevas técnicas benignas para demostrar que la cacería científica no es más necesaria y además va en contra de la conservación de las ballenas.




3 comentarios:

yudith dijo...

aaaa chinos de mierda se comen todo dejen a loos animales en pazz por dioss que ganas de martarlos a todos los malos con los animales .... que rabia gente estupida porque no toman conciencia de esto el mundo no es solo nuestro tenemos que comopartirlo con diversas especies aunque me apena decir que somos los mas destrucctores

dafer López dijo...

Que no existe una ley institución o algo que impida la carnicería de estos japoneses hijos de su p..ta ma..re?? Imbéciles están acabando con el ecosistema, con la vida del planeta solo para llenar sus bolsillos que idiotas en serio no tengo palabras para describir el coraje! Pro como dicen lo que se hace se paga! Uds chequeblo el tsunami pasado la naturaleza se defiende tarados!

Anónimo dijo...

malparidos por q no los dejan quietos nada le asen la ballenas a ellos
esq si yo pudiera ir a la china le hasia lo mismo q le asen ellos a las pobres ballenas gonorreas carechimbas por q lo hasen y son tan porqeria qe se los comen tengo tanta iraa en mi corazon q me probota tirales una bonba cada vas q ballan al mar a cazer